Ciencia
Un estudio sugiere que la Tierra esconde restos de otro planeta en su interior
Que nuestro planeta contiene restos de otro mundo es una teoría antigua, pero recientemente ha ganado peso tras una investigación publicada en la revista científica Nature
El enigma de lo que esconden las densas capas del manto terrestre podría estar más cerca de descubrirse. Y es que, un estudio apunta a la existencia de restos de otro planeta en el interior de la Tierra, quizás vestigios de la colisión contra el protoplaneta Tea hace 4.500 años.
El geólogo chino Quian Yan y un equipo internacional de investigadores, en un trabajo publicando en la prestigiosa revista científica Natura, sugieren que dos masas gigantescas, localizadas bajo África Occidental y el Pacífico, a una profundidad de 2.900 kilómetros, pueden pertenecer a fragmentos de un cuerpo celeste primitivo.
Ambas son capas de roca con un comportamiento sorprendente. Esas masas, que ocupan miles de kilómetros, son los restos de ese hipotético otro planeta que se incrustaron en la Tierra tras una colisión.
El propio Quin Yan reconoció que la simple hipótesis ya es de por sí «una idea loca», pero las observaciones sísmicas han permitido deducir que las ondas producidas por los terremotos se ralentizaban al atravesar las citadas masas, es decir, que están compuestas de un material mucho más denso. Yan planteó la posibilidad de que sean restos de algo que chocó contra nuestro planeta. De hecho, la teoría más aceptada es que esa colisión acabó generando la formación de la Luna.
Enorme colisión
Los autores señalan en su trabajo que el manto de la Tierra está formado por óxidos de hierro en una composición del 8 %, frente al 10 % estimado para la Luna. El manto de ese protoplaneta, conocido en el argot como Tea o Theia –con un tamaño parecido a Marte–, también era rico en hierro, lo que explicaría por qué se hundió en nuestras profundidades hasta el punto del núcleo terrestre.
La investigación se produce en el marco de la hipótesis que indica que los productos de ese tremendo choque entre ambos planetas acabarían formando la Luna. En la mitología griega, se cuenta en El País, la deidad Tea era la madre de Selene, la personificación de la Luna.