Práctico
El truco casero para dejar los limpiaparabrisas como nuevos y no tener que cambiarlos
El buen estado de las escobillas de los limpiaparabrisas es sencillamente imprescindible, te sorprenderá el resultado de este producto
El mal llamado limpiaparabrisas es una de las piezas de los automóviles que más se deterioran. El paso del tiempo, el calor, el frío y el agua estropean las escobillas y lo habitual es que tengamos que cambiarlos cada año, coincidiendo con la temporada de otoño o invierno.
Algunos llevan un testigo que cambia de color para indicar que están viejos, mientras que otros simplemente hacen un ruido infernal cuando pasa el tiempo o simplemente se arranca la goma de la escobilla.
Lo normal, uno al año
En este último caso conviene tener cuidado, pues si los usas puedes llegar a rayar el cristal del parabrisas, un verdadero problema.
Con un precio entre los 20 y los 50 euros en función del modelo y la calidad, este truco la verdad es que es más eficaz de lo que podría suponer y sobre todo extremadamente sencillo.
Paño con vinagre
Lo primero es limpiar la goma de las escobillas con un paño humedecido en vinagre, esta solución lo que permite es quitar toda la arena y suciedad acumulada, siempre con suavidad.
Justo después llega el producto milagro, pues hay que frotar la goma con simple aceite corporal de coco, en este caso podemos darlo con los dedos con extremada suavidad para que empapen.
Luego la recomendación es dejar el producto actuar durante cuatro horas, tiempo más que suficiente para que recupere elasticidad y vuelvan a funcionar con eficacia y sin provocar ese ruido escandaloso.
Este truco no significa que podamos olvidar el mantenimiento de las escobillas, sino que se trata de una solución de emergencia con la que podremos volver a usar las escobillas una buena temporada, pero al final hay que tener en cuenta que su reposición es obligatoria y que no debemos dejarlo más allá de lo recomendado por el fabricante de las escobillas en cuestión para evitar problemas.