Entrevista
Los geólogos españoles también rechazan que el hombre haya iniciado una era geológica: «No hay que mezclar cosas»
Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, explica por qué está de acuerdo con la decisión adoptada por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas
«Esto es mezclar la geología con el medio ambiente», manifiesta al otro lado del teléfono Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, al ser preguntado sobre la decisión de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (UICG) de no aceptar que el ser humano haya iniciado con sus acciones una nueva era geológica llamada Antropoceno.
La decisión, conocida el martes, rebaja este concepto a la categoría de ‘evento’, aunque según Regueiro es algo que deberá ser estudiado debidamente para una aceptación formal.
En 2023, el Ilustre Colegio ya mantuvo un desencuentro con la RAE después de que la Academia definiera ‘antropoceno’ –un concepto que lleva ganando popularidad desde los años 2000– de la siguiente manera: «Dicho de una época: Que es la más reciente del período cuaternario, abarca desde mediados del siglo XX hasta nuestros días y está caracterizada por la modificación global y sincrónica de los sistemas naturales por la acción humana».
En aquel momento, Regueiro recordó que la vigencia del Antropoceno no estaba aceptada por la UICG, que seguía considerando el Holoceno como la era geológica actual.
En este entrevista, se pronuncia sobre la decisión de esta organización y expone sus argumentos para rechazar la propuesta formulada.
–¿Cómo recibe el Colegio de Geólogos esta noticia?
–Ya tuvimos un conflicto con la RAE cuando definieron en el diccionario el término ‘Antropoceno’ como una época geológica creada por el hombre, consolidada y que existía. La RAE no es un órgano científico que se dedica a hacer esas cosas, y además en ella no hay geólogos, por lo que era meterse en camisas de once varas. Luego lo matizaron añadiendo «según algunos geólogos» [en la versión digital del diccionario la definición que aparece es la expuesta anteriormente].
En cualquier caso, si tú vas a la esencia del asunto, que es establecer las distintas épocas geológicas que hay en los 4.500 millones de años de existencia de la Tierra, introducir un concepto como la influencia humana en el planeta no es lógica desde el punto de visto geológico. Nosotros no tenemos inconveniente en que se siga usando la palabra ‘antropoceno’ como una época histórica, pero no es un término geológico, porque la geología es otra cosa.
Los propios proponentes del término señalan que tiene que quedar reflejado que el hombre afecta al planeta. Nadie discute eso, pero esto es una cuestión geológica, no del hombre. Finalmente se ha impuesto la sensatez; el Antropoceno se puede considerar cualquier cosa menos una época geológica.
–De hecho, la resolución ha concluido que no puede definirse como una era; si acaso como un evento.
–Se ha tumbado la propuesta de que se trate de una era y queda en su lugar abierta la posibilidad de que sea otra cosa, como un evento singular o diacrónico, aunque dudo mucho que lo aprueben. Insisto: esto se puede considerar dentro de las etapas del hombre, pero no de los tiempos geológicos. Lo sensato es decir, por ejemplo, que la última parte del Holoceno tiene un evento llamado Antropoceno. Pero mientras que el Holoceno comienza hace 11.700 años, cuando se empiezan a descongelar los glaciares, el tema de cuándo empezaría este evento singular diacrónico es dudoso. Y esto es porque no se puede determinar el inicio de un impacto humano a escala universal, al igual que sí se puede con otras eras geológicas. Por ejemplo, una anomalía de iridio producida por un meteorito en el límite entre el Terciario y el Cretácico se encuentra en todos los sitios del mundo.
Nadie discute la huella del hombre en el planeta, pero esto es una cuestión geológica
Ellos proponen que la explosión de la bomba atómica en 1945 produjo algo similar en todo el mundo, pero no lo han demostrado. Hay una serie de argumentos para establecerlo al comienzo de la Revolución Industrial, en la explosión atómica o cuando el hombre empezó a tallar la piedra, pero eso en tiempos geológicos es irrelevante. El Homo sapiens está en el planeta desde hace 300.000 años, lo que equivale al último segundo en el tiempo de existencia de la Tierra. Las épocas geológicas tienen millones de años o, como poco, miles. No encaja, por tanto, con el concepto de tiempo geológico que se maneja, pero sí se podría definir como un período de la Edad Contemporánea en la que se constata la influencia del hombre sobre el planeta.
–¿Por qué cree que se rechazará también su aceptación como «evento»?
–Porque hay lugares en los que la influencia del hombre es nula, y su impacto es relativamente irrelevante en gran parte del planeta. Por ejemplo, en términos de urbanización, el porcentaje de terreno construido por el hombre es muy bajo. En ese sentido, hay muchos sitios en los que el ser humano ni ha llegado.
Para que se acepte como evento, tendrían que volver a elaborar la propuesta y que sea aprobada por los tres comités evaluadores necesarios. Llevan 10 años con este asunto y no han llegado a nada. Esto es mezclar la geología con el medio ambiente.
–¿Cabría la posibilidad de que en un futuro sí se definiese al Antropoceno como una era geológica?
–Es algo que habría que estudiar dentro de miles o millones de años. Ahora mismo, el planeta sigue evolucionando, pero a una velocidad imperceptible. La velocidad de desplazamiento de las placas tectónicas, por ejemplo, es de milímetros al año. Los factores que hacen que una montaña se convierta en una llanura y luego esté cubierta por el mar se producen tan lentamente que para el ser humano no son apreciables.