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Meseta tibetanaImaggeo

Un estudio ve indicios de que la India pueda fracturarse en dos

La placa tectónica india se está sumergiendo bajo la placa euroasiática en la zona del Tíbet, lo que podría tener consecuencias impredecibles

¿Podría una colisión de placas tectónicas fracturar la India? Esta es la posibilidad planteada en un estudio publicado a finales de 2023 en la revista Geophysical Research Letters y presentada asimismo en la Unión Geofísica Estadounidense celebrada en San Francisco (EE.UU.).

Titulado Desgarro y delaminación del manto litosférico indio durante la subducción de placas planas, los científicos Lin Liu, Danian Shi (Academia China de las Ciencias Geológicas), Simon L. Klemperer (Universidad de Stanford) y Jianyu Shi (Centro Nacional de Previsión Ambiental Marina) descubrieron que la placa tectónica india se está sumergiendo bajo la placa euroasiática en el Tíbet, en plena cordillera del Himalaya.

En concreto, señalan, la meseta tibetana se sostiene por la parte superficial de la placa india. Sin embargo, a unos 33 kilómetros de profundidad, su parte más interior se está hundiendo en el manto terrestre.

Así, entre las proyecciones más preocupantes que contemplan los científicos está el incremento del riesgo de terremotos fuertes en el Tíbet y, llegado un punto, la separación de la India en dos capas de unos 100 kilómetros de espesor.

Contacto horizontal

Es ahí, de hecho, donde se encuentra la principal diferencia, ya que, a diferencia de las rupturas verticales provocadas en placas como las de Islandia y África, este acontecimiento se produce en dirección horizontal.

En este caso, sus efectos son más impredecibles, ya que cuando dos placas continentales igualmente densas chocan, como es el caso del Tíbet, no resulta fácil predecir cuál terminará debajo de la otra.

Los modelos informáticos ya habían anticipado esta posibilidad mediante simulaciones, pero este estudio constituye la primera vez que se obtiene evidencia empírica de que esta interacción es una realidad.

En concreto, los autores apreciaron, mediante el uso de ondas sísmicas, evidencia de fracturas y desgarros a lo largo de cientos de kilómetros de la placa. «No sabíamos que los continentes podían comportarse de esta manera y eso, para la ciencia de la Tierra sólida, es fundamental», dijo a la revista Science el profesor Douwe van Hinsbergen de la Universidad de Utrecht.