China vuelve a hacer historia al recoger muestras de la cara oculta de la Luna: «No dejan de asombrarnos»
Las primeras muestras de la superficie de la cara oculta de la Luna llegarán a la Tierra a finales de este mes, salvo desgracia mayor. El histórico hito, clave tanto para el estudio del satélite terrestre como para futuros proyectos de colonización, corre a cargo de China, que entre la semana pasada y esta ha logrado alunizar su sonda Chang’e 6 en la llamada Cuenca de Aitken, un cráter colosal situado en el polo sur del satélite, y recolectar fragmentos de su superficie.
Se trata de una nueva demostración de fuerza del pujante programa espacial chino, tal y como lo valora, en declaraciones a El Debate, Jorge Pla-García, investigador del Centro de Astrobiología y miembro de varias misiones de la NASA en Marte, quien no descarta en absoluto que China adelante a la todopoderosa EE.UU. en los próximos años como principal actor de la nueva carrera espacial. Los continuos hitos con los que muestra sus capacidades y conquista fronteras hasta ahora sin precedentes resultan incontestables en dicha liza.
«No dejan de asombrarnos. Para traer muestras de la Luna [con la misión Chang’e 5, que en 2020 retornó las primeras porciones de superficie lunar por primera vez desde 1976], para llegar a la cara oculta de la Luna [lo logró la misión Chang’e 4 en 2019] o para poner una estación espacial propia [Tiangong, lanzada en 2021], China se ha adelantado. Para traer muestras de Marte, parece claro que también se va a adelantar. Y para volver a poner un ser humano en la Luna, yo tampoco lo descartaría», dice el investigador, que apunta a los retrasos que está teniendo la meganave Starship de SpaceX. Nave que, por cierto, afrontará hoy, jueves, su cuarta prueba de vuelo si nada lo impide.
Esta suma de hitos sitúa parejos a China y EE.UU. en la conquista lunar, en opinión de Pla-García. El gigante asiático programa poner a un taikonauta en la Luna para finales de la década de 2030, algo en lo que la NASA aspira a adelantarse mucho: el primer alunizaje tripulado, la misión Artemis 3, está fechada para 2026. Pese a ello, el español no ve clara de ninguna manera una nítida superioridad estadounidense.
Las muestras recogidas por China en la cara oculta –una faz de acceso mucho más difícil y retador que la visible, razón por la que históricamente los actores de la carrera espacial no han llegado a aventurarse en ella– servirán, sobre todo, para «optimizar y acelerar la exploración humana de la Luna», afirma Pla-García en base a «los planes de China y a lo que tienen en mente».
No en vano, la zona elegida para tal fin se encuentra en el polo sur, la región lunar que más interés ha concitado desde que se descubriera su abundancia en agua y la presencia de otros recursos igualmente aprovechables. «Las siguientes misiones van a seguir aterrizando en esa zona para sentar las bases de la exploración humana, por lo que lo que quieren conocer muy bien es la composición del regolito lunar a efectos de obtención de recursos in situ. Independientemente de cuál sea la composición de estas muestras, que en principio no deberían ser muy distintas de las de la cara visible, ellos están muy interesados en sacarle el mayor jugo posible para su objetivo de poner chinos en el polo sur tanto para la exploración puntual como para las bases permanentes», analiza.
La llegada de las muestras a la Tierra está prevista para el día 20 de este mes.