Todas las personas con ojos azules descienden de un solo antepasado que vivió hace 6.000 años
Los 150 millones de personas con este color de ojos demuestran el éxito genético de esta nueva tonalidad
La causa de los ojos azules se debe a una única mutación genética que ocurrió en un solo individuo hace entre 6.000 y 10.000 años. Es la interesante conclusión a la que llegó en 2008 el profesor Hans Eiberg de la Universidad de Copenhague tras más de una década de investigaciones.
Este hecho ocurrió al noroeste del mar Negro. Eiberg explica que «dado que es un gen recesivo, no fue hasta varias generaciones después cuando nació una persona con los ojos azules», lo que ayudó a reducir el riesgo de problemas degenerativos relacionados con la endogamia en los nuevos «mutantes».
Hoy en día, los 150 millones de personas con este color de ojos demuestran el éxito genético de esta nueva tonalidad, que originalmente era exclusiva de la raza caucásica pero se ha difundido gracias al mestizaje.
El profesor, que trabaja en el departamento de Medicina Molecular y Celular de la Universidad de Copenhague, señaló que «desde hace años, estábamos buscando la información genética responsable del color de ojos». La investigación comenzó en 1996 y terminó en 2008. «Se inició estudiando 50 genes distintos» en busca de una explicación, que finalmente se halló de manera muy focalizada. «La gran sorpresa fue encontrar la causa de todo en un solo gen», resume el doctor danés.
La mutación no representa ninguna ventaja o desventaja desde el punto de vista genético. La clave, según sus estudios, está en el gen 'OCA2', relacionado con la producción de melanina. Este gen, en su estado original, puede dosificar la melanina dentro de un espectro que va del marrón al verde, pero no al azul. Sin embargo, una mutación en un gen adyacente al 'OCA2' provocó que este gen viera condicionada su acción y, en consecuencia, su capacidad para producir la melanina que se traduce en ojos marrones.
Esta «desconexión» del color marrón al azul se produjo en la zona caucásica, donde la población agrícola comenzó a emigrar hacia el norte y llegó a Europa. Además, dice el científico, «siempre es más popular el color que escasea». «Solo hay que meterse en Google y ver una encuesta para descubrir que el 50 % de la gente se siente más atraída por el color azul», reconoce el profesor danés.
La manifestación del iris azul es una muestra moderada y específica de lo que este gen mutado puede hacer al neutralizar la melanina, puesto que en su expresión más radical inhibe totalmente la acción del 'OCA2' y tiene como consecuencia el albinismo.
A pesar de que algunas de las miradas más cinematográficas, como la de Paul Newman o Greta Garbo, fueran de este color, «las personas con ojos azules tienen una diferencia mínima en la secuencia del ADN» que no tiene repercusión más allá de esa pequeña variación física, aclara Eiberg, tras haber realizado estudios en personas danesas, jordanas y turcas.
«No es una mutación positiva ni negativa», explica el estudio, «y no reduce ni aumenta las posibilidades de supervivencia», aunque es cierto que «la alta frecuencia de los ojos azules en los individuos de Escandinavia indica la selección positiva de este fenotipo en un área concreta».
Ahora, mientras anuncia que su descubrimiento puede tener aplicaciones médicas en «los tratamientos para el cáncer, pues toda modificación genética es relevante para entender la enfermedad», Eiberg admite que su relación con el color azul, tras publicar su estudio en 'Human Genetics', ha terminado. «Hay muchos investigadores interesados en estos momentos en el color azul, así que ahora intentaré entender mejor los ojos verdes», concluye.