La desintegración de un satélite ruso activa las alarmas en la Estación Espacial Internacional
La NASA ordenó a la tripulación refugiarse en sus cápsulas durante una hora
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) vivieron en la noche de este miércoles momentos de cierta inquietud después de que la desintegración de un satélite ruso proyectara un centenar de escombros viajando sin control y a gran velocidad a lo largo de la órbita terrestre baja.
El incidente, que ocurrió mientras los tripulantes dormían, activó de inmediato las alarmas de la NASA, que dio la orden de que se refugiaran temporalmente en sus respectivas cápsulas como medida de precaución. De esta forma, se trasladaron brevemente a sus tres naves espaciales, incluyendo la Starliner de Boeing, que se encuentra varada debido a varias fugas de helio.
Según señaló la NASA en X, el incidente ocurrió a las cuatro de la mañana hora peninsular «a una altitud cercana a la estación». El procedimiento que se inició fue una «medida de precaución estándar» que se prolongó durante alrededor de una hora en la que la agencia monitorizó la trayectoria de los escombros. Tras ello, los astronautas reanudaron sus operaciones.
Por su parte, el Comando Espacial de EE.UU. reveló que el satélite que se desintegró fue el ruso Resurs-P1, dedicado a la observación de la Tierra y capaz de adquirir imágenes de alta resolución. Su destrucción, sin embargo, tuvo lugar a las seis de la tarde hora peninsular, 10 antes de que la NASA activara las alarmas en la EEI. No trascendió la causa que provocó el incidente.
El Comando subrayó que no ha observado amenazas inmediatas y continúa realizando evaluaciones de rutina para respaldar la seguridad y sostenibilidad del dominio espacial.