Entrevista
«Los neandertales tenían la capacidad de integrar y proteger a las personas enfermas»
La paleoantropóloga de la Universidad de Alcalá de Henares Mercedes Conde responde el teléfono al término de una jornada de excavación. Está en Atapuerca, adonde lleva yendo todos los veranos de forma consecutiva desde hace 14 campañas. Concretamente, su área de trabajo se centra en una zona de la llamada Galería de las Estatuas donde lo que se ha encontrado por ahora, cuenta, es «industria lítica tipo neandertal». Precisamente, sus dos hallazgos más importantes en su corta carrera investigadora (está en el ecuador de la treintena) han tenido que ver con esta especie humana extinta.
El último de ellos se dio a conocer hace dos semanas, al descubrirse que unos restos hallados en el yacimiento valenciano de Cova Negra pertenecían a un niño de unos seis años con síndrome de Down, lo que sugiere que una comunidad neandertal que residió en algún momento allí cuidó y protegió a dicho miembro en lugar de 'desecharlo'.
—¿Cómo se hace un descubrimiento así y cómo se puede inferir que los neandertales protegían a este niño?
—Lo que encontramos es un pequeño fragmento del hueso temporal, que es donde está el órgano de la audición y el órgano del equilibrio. Hicimos un TAC más potente que uno médico, con más radiación, pero que también permite conseguir imágenes de mayor nitidez. Así, lo que vimos es que esta persona tendría seis años cuando murió, o sea, que sobrevivió bastante tiempo, y que tenía síndrome de Down, porque en lo que sería el oído interno tiene cinco estructuras anómalas o patológicas que se encuentran en personas con esta enfermedad.
—Por tanto, al ser un solo individuo, no puede extrapolarse ese tipo de trato a todas las comunidades de neandertales.
—Claro, no se puede decir que todos los neandertales cuidaban a niños que naciesen con síndrome de Down. Tampoco sabemos cuántos nacerían con la enfermedad. Seguramente la proporción sería muy baja, como en nuestra especie. Estamos hablando de un individuo que, aparte de tener síndrome de Down, seguramente sufriría también problemas de audición, pérdida de audición y problemas de equilibrio, y necesitaría por tanto más atenciones. Lo que sí se puede decir es que, al menos en un caso, lo cuidaron lo suficiente como para que sobreviviese hasta los seis años.
—¿Se les enterraba de una forma especial?
—No podemos saber cómo lo enterraron, porque lo que hemos encontrado es un fragmento muy pequeño y no hemos podido asociarlo de momento a ningún otro hueso. Lo que sí parece es que en Cova Negra no es el único individuo infantil; hay más, y parece que a todos los enterraban. Igual que enterrarían a los adultos, seguramente.
—¿Qué otras cosas ha averiguado sobre los neandertales en sus investigaciones?
—Aparte de ver que los neandertales podían cuidar a niños que tuviesen más problemas, hace tres años publicamos un artículo en el que se demostraba que las capacidades auditivas que tendrían serían exactamente iguales a las nuestras. Las capacidades auditivas o las frecuencias que tú oyes con una gran nitidez están relacionadas con la comunicación dentro de la especie. Lo que en este artículo decíamos es que los neandertales podrían haber tenido un sistema de comunicación oral tan eficiente como el nuestro, con un lenguaje muy similar al nuestro y utilizando los mismos sonidos para comunicarse que los que empleamos nosotros. Del idioma que hablaban no tenemos ni idea, evidentemente, pero sí de los sonidos que podían usar.
Los neandertales podían hablar como nosotros
—¿De qué fechas estamos hablando?
—Utilizamos fósiles de cinco individuos pertenecientes a cuatro yacimientos diferentes de Israel, Francia y Croacia. Los más antiguos, que son los de Croacia, tienen como 130.000 años; los más modernos eran los franceses, que estaban en torno a los 45.000. Todos ellos tienen el mismo patrón auditivo que nosotros.
—Entonces, ¿cuándo habrían empezado los humanos a desarrollar un lenguaje?
—Los fósiles preneandertales encontrados en Atapuerca no tenían un patrón auditivo como el nuestro, sino mucho más pequeño, intermedio entre los chimpancés y nosotros. Los individuos de la Sima de los Huesos, por ejemplo, podrían haber utilizado muchos más sonidos que los chimpancés, pero sin llegar a poder utilizar tantos como los de los sapiens o neandertales. Por tanto, hace al menos 400.000 años todavía no tenían ese patrón, pero hace 130.000 ya sí.
—¿Qué le parece lo más fascinante de los neandertales?
—A mí lo que más me gusta es que eran una especie humana muy parecida a la nuestra, según lo que se ha visto en diferentes yacimientos en los últimos años. Podían, por ejemplo, utilizar adornos personales, parece que tenían arte rupestre en algunas cuevas, enterraban a sus muertos de la misma manera (o lo que entendemos nosotros por enterrar), podían hablar como nosotros y ahora vemos que cuidarían de las personas o las integrarían en el grupo a pesar de tener problemas, también como hacemos nosotros.