La nave Starliner regresa este viernes vacía a la Tierra tras 92 días empantanada en órbita: así será la vuelta
Cuenta atrás para el regreso de la nave Starliner a la Tierra después de tres meses de fallos y reveses que han condenado la primera prueba tripulada de la cápsula de Boeing a uno de los peores escenarios posibles previstos por la multinacional aeroespacial: la del retorno de la nave sin sus dos astronautas, que ante la posibilidad de que su seguridad se vea comprometida, realizarán la vuelta en otra nave el próximo febrero.
Así, el regreso de Starliner está prevista para este viernes, 6 de septiembre, exactamente un trimestre después (92 días) de que la cápsula se acoplase a la Estación Espacial Internacional (EEI) con varias fugas de helio y problemas en los propulsores que han lastrado desde entonces no solo el regreso de la nave, sino también el de sus astronautas. La prueba tripulada, que ha sufrido además años de retrasos hasta su ejecución, ha quedado tras la sonada crisis lejos de ser considerada exitosa.
El plan original de regreso de los astronautas, que estaba programado para una semana después de la llegada de la Starliner a la EEI, contemplaba el ingreso de los astronautas en la cápsula tres horas antes de su desacople. Durante ese tiempo, ‘Butch’ Wilmore y ‘Suni’ Williams, los dos tripulantes, prepararían la nave y la maniobra, que consistiría en una espiral completa alrededor de la estación antes de encender los propulsores para poner rumbo a la Tierra. Aproximadamente seis horas y media después, la cápsula habría aterrizado en el oeste de EE. UU.
Sin embargo, y tras la decisión de que Starliner regrese finalmente vacía, la hoja de ruta se ha visto trastocada.
Nuevo plan
Ahora, la cápsula se separará mediante una técnica de desacople simplificada que reducirá la tensión de los propulsores (uno de los puntos críticos afectados desde junio). Con ello, la nave se irá alejando progresivamente de la EEI, pero, en lugar de hacer una espiral completa, como estaba previsto inicialmente, realizará una maniobra posígrada (un giro en forma de U).
Cuando esté a una distancia segura, comenzará la combustión de desorbitación. Tras atravesar la atmósfera, desplegará tres paracaídas que reducirán la velocidad de la cápsula a 1,8 metros por segundo. El lugar de aterrizaje principal es el Polígono de Misiles de White Sands (Nuevo México), un campo de pruebas militares del Ejército estadounidense, aunque otras zonas posibles son la cuenca seca Willcox Playa (Arizona), el Campo de Pruebas Dugway (Utah) o la base de la Fuerza Aérea Edwards (California). Todos ellos se encuentran en el oeste de EE. UU., lo que permite que el módulo de servicio de la cápsula sea desechado de forma que caiga y se hunda sobre el océano Pacífico.
El desacople está previsto para las 22.04 UTC (0.04 en la España peninsular); el aterrizaje, exactamente ocho horas más tarde, a las 6.03 UTC (dos más tarde en la Península).