China pone fecha a la misión con la que hará historia al traer muestras de Marte a la Tierra por primera vez
Mientras la NASA sigue atascada y tratando encontrar la manera de que su Mars Sample Return (la misión espacial que debería traer muestras de Marte en algún momento de la próxima década) pueda hacerse con un presupuesto razonable tras años de retrasos y sobrecostes, China está cada vez más cerca de lo que muchos entendidos ya dan por hecho: adelantar a la todopoderosa EE.UU. en dicha gesta y anotarse ellos mismos un hito que hará historia no solo espacial, sino también de la propia especie humana.
Este jueves, la Administración Espacial Nacional China (CNSA, la NASA del gigante asiático) puso fecha a su misión no tripulada Tianwen-3, la elegida para traer restos del Planeta Rojo por primera vez a la Tierra. Partirá hacia Marte –si nada lo retrasa– en 2028, y regresará con las muestras dos años más tarde, en 2030.
Según desveló el planificador en jefe de la misión, Liu Jizhong, durante la 2ª Conferencia Internacional de Exploración del Espacio Profundo, celebrada en la ciudad de Huangshan, el principal reto de la misión no es otro que encontrar signos de vida en ese planeta, lo que representa un «desafío tecnológico significativo para los ingenieros espaciales chinos».
Entre los principales retos de la expedición se incluye la recolección de muestras en la superficie marciana, así como el despegue desde Marte y el acoplamiento en la órbita del planeta, en una misión que se desarrollará en 13 fases con detecciones in situ y teledetección.
¿Por qué es importante traer muestras de Marte a la Tierra?
Liu explicó asimismo que la misión incluirá cargas útiles desarrolladas en colaboración con otros países, y que se llevarán a cabo estudios conjuntos sobre las muestras recogidas. También destacó que China, en consonancia con las convenciones internacionales, garantizará la protección de Marte y la Tierra durante todo el proceso, informa Efe.
Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial en los últimos años, con las distintas misiones de exploración, como la Chang’e 6, que consiguió traer de vuelta por primera vez muestras de la cara oculta de la Luna en junio, o la creación de su propia estación espacial, la Tiangong, que operará durante unos diez años.
La plataforma china se convertirá a partir de 2030 en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira ese año tal y como está previsto.