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La nave Starship, esta semana en la plataforma de lanzamiento de SpaceX en Texas

La meganave Starship sería el vehículo empleado por SpaceX para viajar a MarteSpaceX

Los riesgos y desafíos de un viaje tripulado a Marte como el que Elon Musk quiere hacer dentro de cuatro años

El magnate aseguró en su cuenta de X que primero será necesario que las naves realicen «aterrizajes seguros»

El magnate Elon Musk sorprendió este fin de semana al asegurar que en solo cuatro años, según sus estimaciones, su compañía espacial SpaceX podría estar enviando humanos a Marte si antes ha logrado aterrizar naves no tripuladas sobre la superficie del Planeta Rojo.

Sin explicar en profundidad cómo planea hacerlo, teniendo en cuenta que la hoja de ruta de la NASA no lo contempla antes de finales de la década de 2030, y que para ir a Marte primero será necesario regresar a la Luna y construir allí un entorno habitable que permita una estancia relativamente prolongada, Musk apuntó que su intención es «intentar aterrizar naves espaciales gigantes en Marte» dentro de dos años, en 2026, y de conseguirlo, llevar a cabo viajes tripulados en 2028. «Cuatro años es el mejor escenario para los humanos, podrían ser seis, ojalá no ocho», escribió en su cuenta de X.

Pero, ¿cuáles son los desafíos actuales todavía no resueltos de ir a Marte y por qué cuatro años parece a todas luces un plazo irrealizable?

Un viaje largo, caro y difícil

En primer lugar, es preciso subrayar que solo el mero hecho de que varios astronautas se suban a bordo de una nave Starship (la más grande y potente de las que fabricadas por SpaceX) y viajar un mínimo de tres meses, en el mejor de los casos, para llegar a Marte, resulta difícil de imaginar.

Además de los altos costes que supondría un viaje de tanta duración en términos de consumo energético y provisiones, esta larga duración implicaría también una exposición prolongada a condiciones hostiles. Por un lado, la radiación cósmica y solar, con el consiguiente aumento del riesgo de cáncer, daño al sistema nervioso o incluso enfermedades degenerativas. Por el otro, los efectos de la microgravedad podrían provocar pérdida de masa ósea y muscular o problemas cardiovasculares. Asimismo, el aislamiento en un entorno cerrado también podría afectar a la salud mental de los tripulantes.

Cuatro años es el mejor escenario para viajar a Marte, podrían ser seis, ojalá no ochoElon Musk

El aterrizaje en Marte es hoy por hoy también difícil debido a su fina atmósfera, lo que dificultad el frenado de la nave. No obstante, el «aterrizaje seguro» es la condición previa que Musk pone para el posterior envío de astronautas.

Amartizaje

Una vez aterrizada, las personas que desembarcaran en la superficie de Marte se enfrentarían a una atmósfera carente de suficiente oxígeno para la respiración humana, sin un campo magnético que bloquee la radiación y temperaturas extremas (el promedio térmico es de -60 ºC). Asimismo, el polvo fino, abrasivo y tóxico del planeta podría poner en riesgo los sistemas electrónicos, los trajes espaciales y los propios órganos humanos. Por último, la menor gravedad que en la Tierra implica los mismos problemas que los presentes durante el trayecto.

Musk no se plantea construir directamente un entorno habitable a corto plazo, sino que asegura que, a partir de la primera expedición tripulada, «la tasa de vuelo crecerá exponencialmente, con el objetivo de construir una ciudad autosuficiente en unos 20 años». No obstante, tampoco detalla en su mensaje cuánto tiempo pasarían esos pioneros en Marte ni qué funciones o tareas realizarían tras su llegada.

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