El III Congreso Internacional de Científicos Católicos finaliza en Ávila con un «balance muy positivo»
Más de 150 personas pudieron disfrutar el fin de semana de mesas redondas, charlas y ponencias en las que quedó patente la armonía existente entre la vocación de científico y la vida de fe
La Universidad Católica de Ávila (UCAV) se ha convertido durante este fin de semana en lugar de debate y espacio de reflexión sobre la compatibilidad entre ciencia y fe gracias a la celebración del III Congreso Internacional de la Sociedad de Científicos Católicos. Este simposio que anualmente celebra la Sociedad de Científicos Católicos de España (SCCE) ha contado con la participación de más de 150 personas que han podido disfrutar del desarrollo de mesas redondas, charlas y ponencias en las que ha quedado patente la armonía que existe entre la vocación de científico y la vida de fe.
Una quincena de profesores e investigadores han presentado y expuesto sus trabajos de investigación sobre la relación existente entre la ciencia, la razón y la fe. El análisis de las figuras de los diferentes científicos católicos que destacaron en el Siglo de Oro español, el papel de la biología en la misión evangelizadora o los orígenes católicos del CESIC han sido el título de algunos de los trabajos expuestos en las tres sesiones de exposiciones orales con las que ha contado cada una de las jornadas del Congreso. Estas exposiciones orales se han complementado con ponencias invitadas de expertos científicos que han ofrecido su visión sobre temas de actualidad como son el dilema de los embriones humanos, el cambio climático o los últimos estudios sobre la Sábana Santa.
Los momentos más participativos y de debate han tenido lugar con la celebración de las mesas redondas tituladas: ¿Qué puede aportar un científico católico al anuncio del Evangelio, especialmente a los jóvenes? y ¿Nos dice algo la ciencia sobre Dios?, en las que asistentes y ponentes han reflexionado sobre el papel del científico católico en la trasmisión del evangelio y la influencia que el catolicismo ha tenido en importantes figuras científicas a lo largo de la historia. Gracias a la modalidad de participación virtual, tanto las mesas redondas como el resto de las ponencias han podido seguirse a distancia por medio centenar de participantes, algunos de los cuales lo hacían desde países como Estados Unidos o Italia.
Las jornadas se han completado con la participación de importantes figuras científicas como el presidente internacional de la Sociedad de Científicos Católicos, Stephen Barr, que habló sobre si la conciencia humana se puede reducir a la física o hay algo más o David Brown, jesuita e investigador del Observatorio Astronómico Vaticano que comentó su experiencia en el que es considerado uno de los observatorios astronómicos más antiguos del mundo.
Valoración
Enrique Solano, presidente de la Sociedad de Científicos Católicos de España y director del Congreso, ha realizado un balance muy positivo de esta tercera edición, de la que ha destacado la fenomenal acogida que les ha brindado la UCAV, la alta participación conseguida y la gran calidad de los ponentes y de los trabajos presentados. «Este congreso se ha convertido en un espacio para demostrar a la sociedad que la ciencia y la fe se pueden compatibilizar y no están en conflicto». ha comentado Solano.
La novedad en esta edición del Congreso ha sido la celebración del concurso para estudiantes de ESO y Bachillerato en el que han participado alumnos de tres colegios nacionales. En la jornada del sábado, y como cierre del Congreso, los jóvenes finalistas presentaron sus trabajos en formato poster y realizaron una exposición de 10 minutos de duración para posteriormente responder a las preguntas del jurado del congreso. Los alumnos sorprendieron a los asistentes por la calidad de sus exposiciones en las que mostraron argumentos convincentes a favor de la armonía entre ciencia y religión.