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Fotomontaje de Cristóbal Colón y el catedrático de Medicina Legal y Forense Antonio Salas

Fotomontaje de Cristóbal Colón y el catedrático de Medicina Legal y Forense Antonio SalasÁngel Ruiz

Dudas sobre el estudio que sitúa a Colón como un judío sefardí: «La información recuperada es limitada»

El catedrático de Medicina Legal y Forense Antonio Salas critica con vehemencia el rigor del documental de TVE que explora el origen del almirante

El esperado documental de RTVE que prometía desvelar el origen definitivo de Cristóbal Colón ha sido recibido con cierta decepción y estupor por parte de no pocos genetistas y expertos en medicina forense, que han lamentado que el metraje se haya estrenado sin haberse publicado primero una investigación científica pertinente que permita cotejar los resultados ofrecidos en el documental. Sí habrá, no obstante, un estudio, pero no verá la luz hasta noviembre, principalmente porque «aún se están analizando datos recientes muy importantes que, sin afectar al contenido de la película, sí tienen trascendencia científica para expertos e historiadores, por lo que deben ser presentados definitiva y conjuntamente en un contexto académico», según el catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada y director y coordinador científico de la investigación, José Antonio Lorente.

Para conocer la postura de uno de estos críticos, El Debate se ha puesto en contacto con un colega de Lorente. Antonio Salas, catedrático de Medicina Legal y Forense en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), refiere lo siguiente.

–¿Cuál es su valoración sobre el documental?

Colón ADN: su verdadero origen es un título que despierta de inmediato el interés de cualquier genetista. El uso del ADN para resolver enigmas históricos es un tema fascinante, y no es casualidad que un especialista en arqueogenética, Svante Pääbo, haya sido galardonado con el Premio Nobel de Medicina en el año 2023. Como genetista, seguí con gran atención este documental, con la expectativa de profundizar en los aspectos técnicos y en la cantidad de información genética que los investigadores podrían haber obtenido de las muestras de la familia Colón. Para mi sorpresa, el documental aporta muy poca información técnica al respecto. El espectador debe realizar un esfuerzo considerable de interpretación para deducir el alcance real de los datos genéticos presentados. Tras hilar múltiples detalles, uno llega a la conclusión de que la cantidad de información genética recuperada es, en realidad, bastante limitada para sustentar las conclusiones del documental.

Estas conclusiones, que giran en torno a las relaciones biológicas entre Cristóbal Colón, Hernando [su hijo] y Diego [su supuesto hermano], así como su posible vínculo con otros familiares y el origen étnico y geográfico del propio Colón, parecen apoyarse sobre bases un tanto frágiles y una sobre-interpretación de los resultados. Es posible que haya más resultados que no se mostraron en el documental, pero resulta poco intuitivo pensar que, de haber más hallazgos genéticos verdaderamente significativos, estos no habrían sido destacados en la producción. La ausencia de datos contundentes genera dudas sobre la solidez de las afirmaciones del documental, dejando una sensación de oportunidad desaprovechada para esclarecer uno de los grandes misterios históricos con el rigor científico que merece.

–¿Qué opina sobre que el documental se haya estrenado sin publicarse antes la investigación pertinente, que será compartida en noviembre?

–Desde mi perspectiva, el documental debería haber estado respaldado por una publicación científica. Si los autores querían reservar los resultados hasta el estreno, lo cual es totalmente comprensible, podrían haber publicado el artículo el mismo día o inmediatamente después. Esto habría permitido a los especialistas valorar de manera objetiva la solidez de la evidencia genética presentada.

Sabemos que publicar en una revista científica depende de los editores y del proceso editorial, pero hoy en día existen plataformas de preprints que permiten compartir los resultados de forma anticipada, en un formato académico abierto. En este caso particular, el estudio sobre Colón no corre el riesgo de ser «pisado», ya que nadie más en el mundo dispone de muestras de él y su familia.

El uso del ADN para determinar el origen geográfico de una persona tiene importantes limitaciones

Por lo tanto, si los autores del documental contaban con resultados fiables y sólidos, publicar un preprint habría sido la solución perfecta para despejar dudas razonables sobre la veracidad de sus afirmaciones y dar a los especialistas las herramientas necesarias para evaluar el alcance real de los hallazgos. Esta transparencia hubiera aumentado significativamente la credibilidad del documental, tanto entre la comunidad científica como entre el público en general.

–A nivel científico, ¿le parece una aproximación sólida la que se hace en el documental para averiguar el origen del navegante? ¿Por qué?

–El uso del ADN para determinar el origen geográfico de una persona tiene importantes limitaciones. En primer lugar, no siempre hay una relación directa entre el lugar de nacimiento de una persona y el origen de su ADN. En algunos casos, el ADN puede ofrecer pistas sobre el origen continental, lo cual es útil en investigaciones policiales o forenses.

Sin embargo, el caso de Cristóbal Colón presenta desafíos adicionales. Primero, la escala geográfica planteada en el documental es demasiado reducida: las diferencias genéticas entre poblaciones de la Península Ibérica, Italia, el Mediterráneo y Europa en general son mínimas, lo que dificulta hacer distinciones claras a nivel local. Segundo, para obtener inferencias geográficas fiables, es necesario disponer de una gran cantidad de información genética, algo que parece estar ausente en este caso.

Además, el ADN de una persona refleja la herencia de miles de ancestros, por lo que no se puede asignar un origen geográfico inequívoco basándose en el ADN. Lo más que se puede hacer es realizar conjeturas probabilísticas, siempre que se cuente con suficientes poblaciones de referencia adecuadas, lo cual tampoco parece ser el caso aquí. Por último, si la información disponible se limita al cromosoma Y (transmitido únicamente por línea paterna) o al ADN mitocondrial (que Hernando, su presunto hijo, habría heredado de su madre y no de Cristóbal), estas muestras explicarían solo una pequeña fracción del linaje genealógico total. En resumen, el ADN por sí solo no puede proporcionar una respuesta concluyente sobre el origen geográfico de una persona, y en el contexto del documental, las herramientas genéticas parecen insuficientes para hacer inferencias sólidas.

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