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Un par de agujeros negros monstruosos se arremolinan en una nube de gas en este concepto artístico de AT 2021hdrNASA / Universidad Estatal de Sonoma

Descubren el agujero negro más peligroso del universo: un monstruo 'devorador de estrellas'

Este fenómeno espacial está situado a mil millones de años luz de distancia de nuestro sistema solar, en la constelación boreal de Cygnus (El Cisne)

Desde 2021, la NASA ha estado muy pendiente de lo que sucedía a millones de años luz de nuestro sistema solar. En concreto, de un agujero negro situado el centro de una galaxia llamada 2MASX J21240027+3409114. En un primer instante, se consideró que este agujero negro –denominado AT 2021hdr– podría tratarse de un evento de disrupción de marea, conocido popularmente como la destrucción de una estrella.

A pesar de los indicios iniciales, la teoría fue descartada por los científicos del Observatorio Swift Neil Gehrels de la NASA. Los investigadores acabaron identificando, por primera vez, la señal de una pareja de agujeros negros masivos que están interactuando con una nube de gas en el núcleo de la galaxia. Tal como detalla un estudio, liderado por la investigadora Lorena Hernández García, la interacción de estos agujeros negros generaría una serie de perturbaciones y consumo de dicho gas.

Tal como ha detallado el estudio, la galaxia en la que se encuentran los dos agujeros negros está a mil millones de años luz de distancia, en la constelación boreal de Cygnus (El Cisne). Separados por unos 26.000 millones de kilómetros, estos agujeros negros están lo suficientemente cerca como para que la luz tarde un día en viajar entre ambos. Juntos, suman una masa equivalente a 40 millones de veces la del Sol.

El evento AT 2021hdr fue detectado inicialmente por la Instalación de Búsqueda de Fenómenos Transitorios Zwicky (ZTF), ubicada en el Observatorio Palomar, en California. Fue identificado como un fenómeno interesante mediante el programa de Aprendizaje Automático para la Clasificación Rápida de Eventos (ALeRCE), que combina inteligencia artificial y conocimiento humano para analizar grandes cantidades de datos obtenidos por sondas astronómicas.

Imagen de un agujero negro

«Aunque originalmente se pensó que este destello se trataba de una supernova, los estallidos en 2022 nos hicieron pensar en otras explicaciones», comentó Alejandra Muñoz Arancibia, coautora y astrofísica del Instituto Milenio de Astrofísica y del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile. Desde el primer destello detectado, el Observatorio ha estudiado nuevos estallidos de AT 2021hdr, que tenían lugar cada 60 a 90 días.

Una vez desestimada la primera hipótesis, los investigadores consideraron varias explicaciones para las señales observadas: una nube de gas, significativamente mayor que el sistema binario, que fue alterada por la interacción gravitacional de los dos agujeros negros. Esta nube fue destrozada en filamentos que orbitan alrededor del par, generando fricción, calentamiento y densificación del gas, lo que da lugar a emisiones fluctuantes de luz. Durante cada rotación de los agujeros negros, las complejas fuerzas dinámicas expulsan parte del gas, intensificando los destellos luminosos.

El siguiente paso de Hernández García y su equipo pasa por continuar observando AT 2021hdr para mejorar sus modelos y profundizar en el entendimiento de su comportamiento. Además, están interesados en investigar la galaxia de origen, que se encuentra en proceso de fusión con otra galaxia cercana, un fenómeno también señalado en su publicación científica.

«A medida que Swift se aproxima a su vigésimo aniversario, sigue generando importantes descubrimientos para la comunidad científica», destacó S. Bradley Cenko, investigador principal de Swift en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

La misión Swift, liderada por el centro Goddard de la NASA también cuenta con la colaboración de instituciones como la Universidad Penn State, el Laboratorio Nacional de Los Álamos, Northrop Grumman, la Universidad de Leicester y el Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard en el Reino Unido, así como el Observatorio Brera y la Agencia Espacial Italiana.