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Imagen del espacio profundo del telescopio espacial James WebbNASA

El James Webb bate su propio récord y vislumbra las que podrían ser las primeras galaxias del Universo

Son cinco galaxias de las que hay registros 200 millones de años después del Big Bang y que estarían situadas a 34.000 millones de años luz de la nuestra

El telescopio espacial James Webb de la NASA ha vuelto a protagonizar varios de los últimos avances espaciales de esta semana tras haber localizado varias de las galaxias más antiguas que existen en la actualidad. En concreto, el telescopio habría situado cinco galaxias que ya existían apenas 200 millones de años tras el Big Bang. Como consecuencia de la expansión del universo, dichas galaxias se encontrarían a más de 34.000 millones de años luz.

Esta investigación, llevada a cabo como parte del proyecto de sondeo extraordinario del plano medio infrarrojo del legado galáctico (GLIMPSE), no ha sido confirmada todavía. De hecho, a día de hoy la galaxia más lejana observada por el propio telescopio es JADES-GS-z14-0, a unos 280 millones de años luz del Big Bang.

«Es un gran desafío estimar la edad exacta de estas galaxias y determinar cuándo se formaron, pero ciertamente nos estamos acercando a la primera generación de galaxias porque nos quedan solo alrededor de 150 millones de años para formarse. Con tan poco tiempo disponible, no hay muchas formas de formar galaxias», dijo a Space.com Hakim Atek, investigador del Instituto de Astrofísica de París y parte del equipo de descubrimiento.

Atek ha matizado que sigue siendo bastante complejo estimar la edad exacta de estas galaxias y determinar cuándo se formaron.

«Con tan poco margen de tiempo disponible, no hay muchas maneras de formarlas. Al final, estas observaciones impondrán restricciones estrictas a los procesos físicos permitidos en nuestros modelos del universo», añade.

Estas nuevas galaxias recibirían un nombre oficial en el caso de que finalmente se confirmara la veracidad de la investigación llevada a cabo por el instituto parisino y el James Webb. De hacerlo, nos encontraríamos ante algunas de las galaxias más antiguas que existen, según nuestros modelos actuales de la evolución del universo. Un paso que nos acercaría un poco más al momento del Big Bang.

La influencia de Einstein

Este hallazgo llevado a cabo por el telescopio más potente de todos los tiempos no habría sido posible sin los conocimientos de Albert Einstein, que casi siete décadas después de su muerte sigue siendo clave a la hora de desentrañar cada uno de los misterios que rodean la existencia del Universo.

El cúmulo de galaxias Abell S1063, visto por el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESAUniversidad de Nueva Gales del Sur / NASA

Esto se debe a que la luz procedente de estas cinco galaxias son demasiado débiles para poder verlas con suficiente detalle que permita analizar sus características. De hecho, el descubrimiento ha sido posible gracias a que las observaciones de GLIMPSE son las más profundas jamás obtenidas en el cielo. Los resultados, los primeros del proyecto GLIMPSE, también han recibido la ayuda del cúmulo de galaxias Abell S1063, situadas a una distancia de 4.000 millones de años luz. Este cúmulo pudo ayudar gracias a un fenómeno predicho por primera vez por Albert Einstein en 1915, llamado «lente gravitacional».

Galaxia idéntica a la Vía Láctea

El posible descubrimiento de algunas de las galaxias más antiguas no ha sido el único que ha llevado a cabo el telescopio James Webb en los últimos días. En concreto, este habría detectado una galaxia que existió 600 millones de años tras el Big Bang. La peculiaridad de este sistema no es el tiempo que lleva existiendo, sino cada una de las similitudes que tiene con la galaxia en la que está ubicado nuestro sistema solar, la Vía Láctea. Denominada «Chispa de la Luciérnaga» (Firefly Sparkle, en inglés), esta galaxia brilla con cúmulos estelares (10 en total), cada uno de los cuales los investigadores examinaron en gran detalle, en un nuevo estudio publicado en Nature.

«No pensé que fuera posible resolver una galaxia que existió tan temprano en el Universo en tantos componentes distintos, y mucho menos descubrir que su masa es similar a la de nuestra propia galaxia cuando estaba en proceso de formación. Hay tantas cosas sucediendo dentro de esta pequeña galaxia, incluidas tantas fases diferentes de formación estelar», dijo en un comunicado Lamiya Mowla, coautora principal del artículo y profesora adjunta en el Wellesley College en Massachusetts.