Los investigadores del Centro contra el Cáncer se desmarcan de su aún directora: «Es una líder por imposición»
Tras trece años, la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) María Blasco, podría estar viviendo sus últimos días al frente de la entidad. La corrupción que asola a la directora, que estaría presuntamente involucrada en varias operaciones de distinta gravedad, y que han llevado al sindicato Manos Limpias a denunciarla, podría ser la gota que colma el vaso para una institución cuya reputación y competitividad ha caído de manera drástica en los últimos años. A esto hay que sumar el hastío de los científicos del centro, que ante el aluvión de información que versa sobre su aún directora han solicitado al Gobierno la apertura de un proceso para relevarla.
«Desde hace más de dos años, varios líderes de grupo del CNIO han expresado sus preocupaciones sobre la caída de la competitividad científica del centro en el escenario internacional, como lo evidencian descensos medibles en rankings», exponían los científicos en una carta adelantada por El País y que iba dirigida al secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, y a la secretaria general de investigación, Eva Ortega-Paíno.
Los firmantes afirmaban en la misiva que las recientes noticias en los medios de comunicación que afectan a «la reputación» del centro suman una mayor preocupación, recalcando la urgencia de abordar la situación actual de crisis.
«Dadas las circunstancias expuestas, creemos esencial iniciar un proceso competitivo para renovar al equipo de dirección científica, y solicitamos respetuosamente que el patronato del CNIO tome medidas al respecto», concluye la carta compartida por los expertos.
De igual manera, fuentes del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas consultadas por El Debate han querido mostrar su desconformidad y crítica hacia María Blasco, a la que han denominado incluso como una «persona muy insegura y narcisista»: «Es una líder por imposición, no es una líder carismática», detallan.
«Ha tenido muchos problemas con subordinados», exponen a este periódico varios jefes de unidad y proyectos del centro. De igual manera, las mismas fuentes concuerdan en que desde hace años hay «un descontento generalizado con la directora debido a que no se ha incrementado el presupuesto y el equipamiento está obsoleto».
Una sospecha que viene de lejos
En cuanto a las distintas informaciones que ha ido adelantando este periódico y más medios, los científicos del CNIO han detallado que todo esto se rumoreaba y hablaba entre los distintos círculos del centro desde hace bastantes años: «Se sabía desde hace tiempo».
«Al ser con dinero público es más sangrante, ya que no se incrementó nuestro presupuesto ni nuestros sueldos», detallan los investigadores. Finalmente, los investigadores consultados por este periódico sentencian que tras once años de María Blasco en el cargo, «un cambio de cara vendría bien a la entidad y sería sano».