Una nueva y gigantesca antena de la NASA permitirá mejorar las comunicaciones con el espacio profundo
La Red del Espacio Profundo (DSN, por sus siglas en inglés) de la NASA es un sistema crucial que conecta la Tierra con misiones espaciales más allá de nuestra atmósfera, permitiendo rastrear, enviar comandos y recibir datos científicos de naves espaciales en la Luna y en el espacio profundo. Este conjunto de gigantescas antenas de radiofrecuencia sigue evolucionando para satisfacer las demandas de las crecientes misiones. Con la reciente instalación de una nueva antena, la Red cuenta ahora con 15 unidades, consolidándose como el sistema de telecomunicaciones más grande y sensible del mundo.
El pasado 18 de diciembre, equipos del Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo Goldstone de la NASA, cerca de Barstow, California, instalaron el reflector metálico de la nueva Estación Espacial Profundo 23 (DSS-23). Esta antena multifrecuencia, diseñada para guiar ondas de radio, estará operativa en 2026. Permitirá comunicaciones con misiones emblemáticas como Perseverance, Psyche, Europa Clipper y las históricas Voyager 1 y 2, además de otras futuras expediciones humanas y robóticas.
«La incorporación de DSS-23 representa una actualización vital en la infraestructura de comunicaciones de la NASA», destacó Kevin Coggins, administrador adjunto asociado del programa SCaN (Comunicaciones y Navegación Espacial). Desde 1963, la DSN ha estado en operación continua, garantizando el soporte a misiones que exploran la Luna, Marte y más allá.
La construcción de la antena comenzó hace más de cuatro años. En la reciente instalación, un reflector parabólico de 34 metros de diámetro y 133 toneladas fue cuidadosamente colocado sobre una alidada de 20 metros de altura, mediante una grúa sobre orugas. Este proceso implicó alinear con precisión 40 orificios para pernos, un desafío que requirió una planificación meticulosa, según explicó Germaine Aziz, ingeniera del Programa de Mejora de Apertura de la Red del Espacio Profundo.
Tras instalar el reflector principal, un cuadrípode de 16,5 toneladas se posicionó en su centro. Esta estructura sostiene un subreflector curvo que canaliza las señales de radio hacia los receptores de la antena. Actualmente, los ingenieros trabajan en la colocación de paneles sobre el esqueleto de acero para crear una superficie reflectante capaz de captar señales del espacio profundo.
Contribuciones a la exploración y la ciencia
«La DSN permite explorar Marte con nuestros rovers, recibir observaciones del telescopio espacial James Webb y mantener comunicación con más de 40 misiones en el espacio profundo, incluidas las históricas Voyager», expresó Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
La DSS-23 será la quinta de seis antenas nuevas que la NASA integrará a la red. Esto se suma a la Estación Espacial Profundo 53, que se unió al complejo de Madrid en 2022. La red continuará apoyando futuras misiones como Artemis, ayudando a descubrir más sobre el sistema solar y el universo.
Gestionada por el JPL bajo el Programa SCaN de la NASA, la DSN da soporte no solo a las misiones espaciales de la agencia, sino también a más de 100 misiones internacionales y privadas, destacándose en la exploración lunar, el monitoreo climático y el descubrimiento científico a escala cósmica. Estas actualizaciones garantizan que la humanidad pueda seguir desentrañando los misterios del espacio profundo.