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Investigadores en un laboratorioFreepik

Nuestros jóvenes no quieren ser científicos: España, a la cola de la UE con menos graduados en ciencias

Solamente en el año 2023, los contratos contabilizados en el ámbito de las ocupaciones STEM alcanzaron la cifra de 541.603, un 11,38 % menos que el año anterior

La ciencia no atrae. Esa sería la conclusión más rápida y obvia si analizamos las necesidades y vocaciones de los jóvenes de nuestro país. A nadie parece extrañar esta realidad, más teniendo en cuenta la inversión insuficiente y las sacrificadas condiciones laborales que imperan en el sector, propiciando que miles de investigadores busquen nuevas oportunidades lejos de nuestras fronteras. Este día a día también ha hecho acto de presencia entre los actuales estudiantes españoles, cuya generación ha dejado se sentirse atraída por las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés).

Esto se puede apreciar en una de las investigaciones llevadas a cabo por la Fundación CYD, que escenifica a la perfección las demandas actuales de la juventud. En el informe, titulado ¿Qué titulaciones estudian los universitarios en España y cómo es su inserción laboral? –correspondiente al año 2023–, se puede observar cómo los ámbitos de estudio con mayor número de titulados de grado en España son negocios, administración y derecho (19,7 %), seguido de salud y servicios sociales (17,7 %) y educación (15,7 %). En comparación con el resto de la Unión Europea, destaca que nuestro país registra el doble de titulados en educación y en salud y servicios.

Sin embargo, este dato decae hasta niveles estratosféricos a la hora de valorar las carreras científicas. Tal como señala el estudio, el número de graduados universitarios en las titulaciones científicas es del 18,8 %, seis puntos menos que la media europea. De igual manera, el informe destaca que el bajo porcentaje de titulados en ciencias ha provocado que nuestro país esté en el cuarto puesto a la cola de toda la Unión Europea, tras Chipre, Malta y Bélgica.

«Es fundamental trabajar en estrategias que fomenten el incremento de titulados en carreras STEM en España, que desempeñan un papel crucial en la innovación, el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico», compartía Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD, quien destacaba la necesidad de adecuar el balance entre la oferta productiva y la oferta de estudios.

Por desgracia, estos datos no son los únicos que ponen de manifiesto la pobre situación científica en nuestro país. Tal como detalla un artículo de los expertos Juan F. Jimeno y Ana Lamo –del Banco de España y Banco Central Europeo, respectivamente–, la cantidad de graduados en carreras STEM habría descendido más de dos puntos entre 2013 y 2019, convirtiendo a España en el tercer país europeo en el que más caen los graduados. En cuanto a los países que más han crecido en el área, Luxemburgo se ha situado a la cabeza con una subida de ocho puntos en este tramo. Le siguen Lituania, con un crecimiento de cuatro puntos, así como Letonia, Dinamarca y Noruega, con crecimientos de tres puntos cada uno.

Una vez desgranados los datos, la gran duda que surge es qué motivos habría detrás de esta tendencia tan negativa. En este contexto cobra especial importancia las cifras de contratación que registra el sector científico. Tal como detalla uno de los informes del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el año 2023 los contratos contabilizados en el ámbito de las ocupaciones STEM alcanzaron la cifra de 541.603, un 11,38 % menos que el año anterior –cuando se realizaron 611.170 contrataciones–.