Más brillante que Venus y con orbita desconocida: así se vio el extraño cometa que no aparecía desde hace 160.000 años

En este 2025, el cielo nocturno ha estado plagado de eventos astronómicos de gran calibre. Desde la visión de Venus y Marte, hasta la primera lluvia de estrellas del año han hecho acto de presencia en estas dos primeras semanas de enero. De igual manera, en las últimas horas tuvo lugar uno de los fenómenos más extraordinarios de los últimos años: el paso del cometa C/2024 G3 (ATLAS) cerca de la Tierra. Este fenómeno, con un intervalo orbital estimado en 160.000 años, marcaba el comienzo de 2025 con un espectáculo astronómico sin igual.

El cometa alcanzó su punto más cercano al Sol, conocido como perihelio, el 13 de enero. En ese momento, se situó a tan solo 0,09 unidades astronómicas de nuestra estrella, es decir, unos 13,5 millones de kilómetros. Gracias a esta proximidad, brillará con una magnitud de -4,5, comparable al deslumbrante resplandor de Venus, siendo visible bajo cielos despejados.

Descubierto en abril de 2024 por el sistema ATLAS de la NASA, el cometa C/2024 G3 pertenece a la categoría de cometas no periódicos, cuyo ciclo orbital es tan extenso que resulta prácticamente desconocido. Su composición y comportamiento lo convierten en un objeto fascinante, aunque también vulnerable. Al pasar tan cerca del Sol, el calor extremo podría fragmentar su núcleo o incluso desintegrarlo por completo.

No obstante, los astrónomos son optimistas: la magnitud y densidad del cometa sugieren que podría sobrevivir a este intenso calor solar. Si lo logra, los expertos prevén que seguirá siendo visible hasta, al menos, mediados de febrero.

Un fenómeno irrepetible

El paso del C/2024 G3 (ATLAS) no solo es un acontecimiento espectacular para los amantes de la astronomía. También es una magnífica oportunidad para observar la rareza del universo que nos rodea. Y es que si el cometa acaba sobreviviendo, no volverá a verse hasta dentro de miles de años.