Fundado en 1910

Reloj enterrado en la arenaPixabay

Los viajes en el tiempo, más cerca que nunca: un físico descubre cómo hacerlo tras resolver una operación matemática

A pesar de los avances, el investigador italiano Lorenzo Gavassino ha detallado que este tipo de viajes son inimaginables a día de hoy por la avanzada tecnología que se necesitaría

La paradoja del viaje en el tiempo, o paradoja del abuelo, se acuñó por primera vez en 1942 gracias a la novela de ciencia ficción Le Voyageur Imprudent (El viajero imprudente), del escritor francés René Barjavel. Esta paradoja, la primera que hacía alusión a los viajes en el tiempo, parte del supuesto del que una persona realiza un viaje a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre/madre biológico. Es decir, al abuelo del viajero, antes de que este conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Por lo tanto, el padre o madre del viajero —y por ende, el viajero en sí— nunca llegan a nacer, por lo que no habrían podido viajar en el tiempo. Esta paradoja continúa hasta conformar un bucle infinito de posibilidades.

De aquella primera teoría sobre los viajes espacio-temporales han pasado ya 83 años. Ahora, un estudio publicado en Classical and Quantum Gravity, podría haber resuelto una de las claves para poder llevar a cabo estos viajes en el futuro. Eso sí, de una forma distinta a la que la ciencia ficción nos ha acostumbrado, como en la trilogía de Regreso al futuro. En concreto, el físico italiano Lorenzo Gavassino ha presentado recientemente un análisis en el que teoriza sobre la posibilidad de llevar a cabo estos viajes en el tiempo.

Línea espacio-tiempo circular

En primera instancia, el experto destaca la existencia de un Universo con Curvas Temporales Cerradas (CTC). Se trata de una trayectoria de espacio-tiempo circular que permite a algo —o a alguien— volver al punto de inicio.

«A menudo se supone que, en un Universo con Curvas Temporales Cerradas (CTC), las personas pueden «viajar al pasado». A primera vista, esto parece ser una implicación obvia, ya que (en escalas suficientemente grandes) uno puede ver una curva temporal como la línea de tiempo de una nave espacial hipotética que viaja a través del espacio-tiempo. Si dicha curva forma un bucle, la nave espacial regresa a su punto de partida, en su propio pasado. Sin embargo, para confirmar que este es un viaje real al pasado, primero debemos discutir qué les sucede a los pasajeros», comenta el experto de la Universidad de Vanderbilt (Nashville, EE. UU.).

Una de las claves para Gavassino es el funcionamiento de dichas CTC, conocidas como una trayectoria en el espacio-tiempo que permite a un objeto regresar al punto de partida en su propia línea temporal. Esta teoría no es nueva, ya que Albert Einstein describió varios modelos en su teoría de la relatividad. El alemán destacó una serie de modelos con propiedades que permitirían la existencia de trayectorias circulares donde el tiempo fluye como una dimensión cerrada. De igual manera, el experto se apoya en las teorías de Carlo Rovelli, un destacado físico que ha investigado las fluctuaciones cuánticas y la termodinámica.

Para confirmar que este es un viaje real al pasado, primero debemos discutir qué les sucede a los pasajerosLorenzo GavassinoFísico de la Universidad de Vanderbilt (Nashville, EE.UU.)

Ahora, según Gavassino, en el traslado por estas curvas temporales sucederían hechos «fascinantes», como la imposibilidad de paradojas clásicas, es decir, un encuentro con versiones más jóvenes de uno mismo. Asimismo, detalla que todos los eventos deben suceder sin contradicciones, basándose en el principio de autoconsistencia. Esto, por consiguiente, contradiría la famosa 'paradoja del abuelo'. Una conclusión a la que el físico habría llegado tras resolver una operación matemática.

Un posible viaje, pero con consecuencias

Utilizando el 'teorema de Wigner', Gavassino sugiere que la hipotética nave que viajaría experimentará una «discretización espontánea». Tal como detalla la investigación del físico italiano, gracias a la fórmula derivada de este teorema, el autor demuestra matemáticamente que cualquier forma que viaje en cualquier sistema cuántico que viaje en una CTC debe volver a su estado original una vez que el recorrido se complete.

Esto implicaría una serie de consecuencias, ya que «los recuerdos de un observador dentro de la nave espacial se borran necesariamente al final del viaje». Esto se debería principalmente a que en un hipotético traslado por la CTC la materia se desintegraría, viéndose la memoria afectada.

Asimismo, el científico destaca el papel clave de la entropía, la cual aumenta con el tiempo, tal como detalla la segunda ley de la termodinámica. Por lo tanto, los viajes en el tiempo romperían esta ley, ya que habría una entropía más ordenada —contraviniendo las leyes de la mecánica—.

Finalmente, a pesar de los hipotéticos avances en esta materia, el investigador ha detallado que este tipo de viajes son inimaginables a día de hoy, tanto por el pensamiento humano como por la avanzada tecnología que se necesitaría.