Fundado en 1910
Ilustración de un satélite con basura espacial a su alrededor

Ilustración de un satélite con basura espacial a su alrededorFreepik

Qué es el 'síndrome de Kessler', una de las grandes amenazas espaciales que podría ser inminente en este 2025

El término, planteado por los científicos de la NASA Donald Kessler y Burton Cour-Palais en 1978, describe un escenario que desencadena un ciclo imparable de destrucción

En los últimos años, los distintos programas espaciales se han caracterizado por poner en marcha varios sistemas de protección terrestre, con el objetivo de prevenir las catastróficas hipótesis que podrían tener lugar contra nuestro planeta a corto y largo plazo. Una de las que mayor protagonismo ha adquirido es el 'síndrome de Kessler', cuya amenaza podría ser más inminente de lo que imaginamos.

El 'síndrome de Kessler', también conocido como 'cascada de ablación' es un escenario propuesto en 1978 por los científicos de la NASA Donald Kessler y Burton Cour-Palais. Esta hipótesis establece un efecto cascada de colisiones catastróficas en el espacio. En concreto, dado el gran volumen de satélites que habitan actualmente la órbita baja terrestre, estos tendrían más posibilidades de ser impactados por la basura espacial que existe actualmente, generándose así más basura. Tal como establece la teoría de los científicos de la NASA, debido al gran crecimiento del número de satélites en nuestra órbita, esto aumentaría el riesgo de un escenario de colisiones en cascada.

Un peligroso efecto dominó

Tal como establecen los investigadores, el mayor peligro sería una hipotética reacción en cadena, ya que cualquier impacto entre dos objetos de masa importante crearía una basura adicional de metralla, la cual tiene el potencial de causar un daño adicional. De hecho, en distintas producciones cinematográficas como Gravity se ha plasmado a la perfección cómo sería este evento.

El gran problema de esta situación es que esta basura espacial es muy difícil de eliminar a día de hoy si tenemos en cuenta la alta velocidad a la que orbitan. Por lo tanto, la recuperación o eliminación de estos residuos espaciales sería prácticamente imposible, ya que el proceso requeriría cientos o miles de años.

Ilustración de la Estación Espacial Internacional bajo los efectos del efecto del 'síndrome de Kessler' en la película 'Gravity'

Ilustración de la Estación Espacial Internacional bajo los efectos del efecto del 'síndrome de Kessler' en la película GravityWarner Bros

De igual manera, la hipótesis cobra mayor protagonismo desde el pasado mes de octubre, cuando Estados Unidos informó sobre la ruptura del satélite Intelsat 33e, que acabó desintegrado en una veintena de fragmentos. En este contexto, los expertos estarían especialmente pendientes de los eventos espaciales que marcarán este 2025, año en el que tendrán lugar varias misiones espaciales.

Sin ir más lejos, está previsto que el satélite español SpainSat I sea uno de los que se pongan en órbita en las próximas semanas. A esto hay que añadir la puesta en marcha del satélite meteorológico MetOp-SG-A1 a lo largo del presente año.

La preocupación de los expertos

Este problema se agrava si tenemos en cuenta la gran carrera espacial protagonizada por empresas como SpaceX y Blue Origin, que prevén multiplicar el número de lanzamientos. Por ello, los distintos expertos han revelado que el tiempo para actuar cada vez es más limitado.

«El síndrome de Kessler se va a hacer realidad», advirtió John L. Crassidis, experto en desechos espaciales de la Universidad de Buffalo, Nueva York. Tal como detalla Crassidis, esta situación podría llegar a un peligroso punto de no retorno, lo que tendría graves implicaciones para nuestra tecnología y para el normal funcionamiento de la vida en nuestro planeta.

Por su parte, Darren McKnight, especialista senior en seguimiento orbital de la compañía LeoLabs, achacó a Estados Unidos y a la antigua Unión Soviética el excesivo lanzamiento de cohetes al espacio. En palabras de Ian Christensen, director senior de Secure World Foundation, este problema supone «el mayor desafío diplomático» que hay en la actualidad.

«Es convencer a los tres principales países con programas espaciales (Estados Unidos, Rusia y China), que son responsables del 90 por ciento del riesgo, de que comiencen a remediar sus propios objetos de desechos de gran tamaño», añadió en declaraciones a Forbes.

Esta teoría ha sido compartida por la gran mayoría de expertos. El Dr. Vishnu Reddy, de la Universidad de Arizona señaló que «la mayor preocupación es la falta de regulación».

Cómo actuar ante este desafío

Tal como detallan las distintas organizaciones, aunque es cierto que con la tecnología actual es más fácil prevenir una posible reacción en cadena, hay que tener varios puntos en cuenta para evitar un futuro desastre:

  • La limpieza de antiguos escombros espaciales
  • Priorizar la prevención de colisiones
  • Informar periódicamente sobre los avances en el campo
  • Desarrollar estrategias para la supervivencia
  • Crear un marco de respuesta
  • Dar publicidad a las acciones amenazantes

A esto hay que sumar los distintos programas espaciales destinados a esta misión. Ya en 2020, la Agencia Espacial Europea (ESA) adjudicó un contrato a ClearSpace para la primera misión de eliminación activa de desechos (ADR) del mundo. De igual manera, en los últimos años se han puesto en marcha nuevas tecnologías que permitirán la rápida desorbitación de satélites. Por su parte, EE. UU. aprobó la Ley ORBITS con el objetivo de desorbitar los satélites en el menor tiempo posible.

Temas

comentarios
tracking