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Fotografía del astronauta Don Pettit el pasado 13 de eneroX

El astronauta más longevo de la NASA toma la fotografía más impresionante tras 500 días en el espacio

Desde las primeras imágenes espaciales en blanco queda claro que la fotografía sigue siendo una herramienta crucial para conectar a la humanidad con los misterios del universo

Las primeras fotografías tomadas en el espacio marcaron un antes y un después en nuestra manera de observar el universo. Desde las imágenes rudimentarias de los años 40, capturadas por cámaras montadas en cohetes, hasta las espectaculares tomas que nos regalan los astronautas modernos, estas instantáneas han sido esenciales para conectar a la humanidad con el universo. En este contexto, Don Pettit, el astronauta más veterano de la NASA ha dejado su huella como uno de los más destacados fotógrafos espaciales de nuestra era.

A sus 69 años Pettit, quien suma casi 500 días en el espacio a lo largo de su carrera, ha ganado reconocimiento no solo por su destreza científica como ingeniero químico, sino también por su capacidad para capturar el espacio como pocos pueden. En una de sus últimas contribuciones, compartió una impresionante fotografía tomada desde la ventana de una nave Crew Dragon acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS). Esta imagen, que rápidamente llamó la atención de científicos y entusiastas, es un claro ejemplo de cómo la tecnología y el arte pueden converger en la exploración espacial.

«Una foto con: la Vía Láctea, la luz Zodical [sic], los satélites Starlink como rayas, las estrellas como puntos de alfiler, la atmósfera en el borde que muestra la emisión de OH como ámbar quemado (mi color favorito de crayón), el sol que pronto sale y las ciudades por la noche como rayas», expuso Pettit en sus redes sociales.

En la fotografía, la Tierra domina la parte inferior, cubierta por un tenue resplandor marrón que corresponde a la luminiscencia atmosférica. Este efecto, invisible desde la superficie terrestre, refleja la constante interacción entre nuestro planeta y su entorno espacial. Sobre este fondo, el cielo estrellado parece infinito, salpicado por rayas brillantes que Pettit identificó como satélites Starlink de SpaceX. Otros elementos en la imagen, como la Vía Láctea que atraviesa el centro con su característico fulgor, y la luz zodiacal, un brillo difuso en forma de cono provocado por el reflejo de la luz solar en partículas de polvo interplanetario, aportan un toque mágico a la composición.

Desde las primeras imágenes espaciales en blanco y negro hasta las complejas fotografías que hoy nos llegan desde la Estación Espacial Internacional, queda claro que la fotografía sigue siendo una herramienta crucial para conectar a la humanidad con los misterios del universo. En las manos de expertos como Don Pettit, estas imágenes no solo son una ventana a lo desconocido, sino también un recordatorio del ingenio humano y de nuestra capacidad para explorar más allá de los límites terrestres.