Televisión
Juan del Val: «Soy responsable de lo que digo, no de lo que se interpreta»
El escritor se defiende de los comentarios que le acusan de haberse reído de niños con altas capacidades intelectuales en sus redes sociales
Juan del Val vuelve a ser sujeto de polémica, aunque esta vez han sido dos los frentes abiertos con los que el escritor ha lidiado en el programa del pasado miércoles de El Hormiguero. Quizá el tertuliano viviese uno de sus días más complicados al verse obligado primeramente a denunciar un titular en el que un medio de comunicación daba a entender que el periodista maltrataba a su mujer Nuria Roca. Tras pronunciar un tajante discurso amparado por el resto de los colaboradores presentes, el guionista permitió que la emisión siguiese su cauce sin ser consciente de que un comentario realizado durante un debate le iba a hacer regresar al punto de mira.
Y es que, sin comerlo ni beberlo, el madrileño ha sido duramente criticado por unas palabras que pronunció en tono sarcástico y en relación a los niños con altas capacidades intelectuales. «Cuando el niño suspende los padres dicen: 'No, mi niño suspende porque es superdotado'. A lo mejor no». «No, es que como es tan inteligente, es que se aburre». «Es verdad, es que ahora no hay ni uno que suspenda porque es un vago, es que tiene altas capacidades», señaló.
«En mi colegio el muy deficiente es mi nota preferida claro, la más habitual y nos colocaban por orden de listos, imagínate qué crueldad. Éramos 37 en clase y yo era el número 36, era alucinante y yo ni era superdotado ni nada» apostilló.
Esto ha generado un aluvión de críticas de las que Juan del Val ha querido defenderse a través de sus redes sociales tras conocer que algún que otro colectivo ha manifestado sus intenciones de transmitir su queja tanto al programa como a la cadena. Para zanjar la polémica, el escritor ha optado por compartir en su perfil de Instagram una fotografía de cuando era niño, que ha acompañado de un extenso alegato: «Después de una mañana muy movida me gustaría compartir algunas reflexiones, seguramente innecesarias para la mayoría, pero importantes para mí. Desde esta parte también se sufre, creedme», ha comenzado diciendo.
«Lamento el dolor de algunos padres, pero no puedo rectificar por haberme reído de unos niños, simplemente porque no lo he hecho. Lo he dicho muchísimas veces: soy responsable de lo que digo, pero no de lo que se interpreta que digo», continuó tratando de aclarar que no crea que deba enmendar. A partir de aquí, explicó el sentido que quiso dar a su mensaje, siempre desde la ironía y el humor: «Con lo que ironicé ayer no es con los niños de AACC, sino con los padres que dicen que sus hijos las tienen sin tenerlas. Es decir, todo lo contrario», puntualizó.
La dolorosa experiencia de Juan del Val
Prosiguió su mensaje recordando, una vez más, a sus seguidores la fatídica y dolorosa experiencia que él mismo vivió durante su infancia, motivo por el jamás se le ocurriría hablar de forma negativa sobre un tema así: «Quiero compartir algo personal para los que no me seguís desde hace mucho, los más fieles ya lo saben. Fui un niño con un fracaso escolar estrepitoso a consecuencia de mi diferencia, también sin diagnosticar, y que el sistema educativo no entendió. Fui expulsado de ese sistema que siempre me colocó en la fila de los torpes, de los vagos, en definitiva, de «los malos». He contado ya en bastantes ocasiones aquel sufrimiento, nada nuevo para los que me siguen desde hace tiempo. Varios años de tratamiento psiquiátrico me ayudaron a superar del todo ese dolor. Por cierto, también me ayudó a entender que el victimismo reconforta, pero casi siempre impide avanzar hacia la felicidad», recalcó.
Finalmente, cerró su discurso reafirmándose en su postura e informando a todos aquellos que le tachan de mala persona de su indiferencia ante la posibilidad de que traten de poner en riesgo su continuidad en El Hormiguero: «Sé que algunas asociaciones de padres de niños con AACC están preparando un comunicado. Me aseguran en algunos mensajes que se pondrán en contacto con la cadena, con la productora, con el programa… para que «mi ofensa» no quede impune. Me parece bien y están en su derecho. Nada que objetar, si bien acusarme de «fomentar el bullying o los suicidios de niños» por ese comentario, en una sección de humor, me parece una perversa sobreactuación. Podéis seguir expresando vuestras protestas y vuestro dolor en esta cuenta, pero yo con esta nota pongo el punto final. Gracias a todos los que siempre estáis ahí apoyando. Sé por experiencia que estas polémicas suelen durar poco y todo vuelve pronto a la normalidad. Mucha suerte a todos», concluyó el escritor haciendo que sus palabras diesen la vuelta a España en menos de lo esperado.