Historias de película
La película más maldita de la historia del cine
La historia del cine se alimenta de películas y de leyendas. Las que envuelven a los grandes actores, actrices y directores, por supuesto, pero también de las teñidas del color más oscuro: las leyendas negras.
Las tragedias en los rodajes alcanzan por igual a títulos mayores como El exorcista, medianos como El Cuervo –donde una bala perdida acabó con la vida de Brandon Lee, el hijo de Bruce Lee– y pequeños e inéditos como Rust, el western en el que hace solo unos meses Alec Baldwin mató accidentalmente a la directora de fotografía Halyna Hutchins. Cuando la tragedia se ceba con los actores de una película, vuelve a hacerlo en su secuela y aún alcanza a su tercera parte, como el caso que nos ocupa, la etiqueta de película más maldita de la historia del cine se extiende a toda la saga.
La película –la saga– es Poltergeist, el clásico del cine de terror de 1982 dirigido por Tobe Hopper… bajo la atenta mirada de Steven Spielberg, guionista y productor del filme. Tan atenta que ejerció de copiloto en la silla de director. El rumor siempre ha estado ahí: que el verdadero realizador de Poltergeist fue Spielberg. Como casi siempre, en el medio está la virtud. Poltergeist la dirigió Tobe Hooper. Solo que a Tobe Hooper lo dirigió Steven Spielberg.
La pequeña Heather O’Rourke era la actriz que interpretaba el personaje de Carol Anne, la niña protagonista de Poltergeist. Steven Spielberg la había elegido para el papel cuando ella tenía cinco años. Con seis ya estaba pronunciando la famosa frase «¡Ya están aquíii...!». Cuatro años después, con diez, apareció en Poltergeist II: El otro lado (1986). Y a los 12 volvió a ser Carol Anne en Poltergeist III (1988). Esa sería su última película.
El error en el diagnóstico que acabó con la vida de Heather O'Rourke
Heather O’Rourke comenzó a encontrarse mal en el rodaje de Poltergeist III. Sufría una obstrucción intestinal y las consecuencias de un mal diagnóstico. Lo suyo no era la enfermedad de Crohn, sino una estenosis congénita aguda. La niña murió antes del estreno de la tercera película de una saga que en realidad ya era maldita casi desde el principio.
La prematura muerte de Heather O’Rourke no fue la primera ni la última de uno de los intérpretes de Poltergeist. En 1982, el año de estreno de la película, la actriz que interpretó a su hermana mayor Dana, Dominique Dunne, fue asesinada por su novio. La chica aún no había cumplido los 23 años.
En 1985, el actor Julian Beck, que encarnaba al reverendo Kane, murió con 60 años durante el rodaje de Poltergeist II víctima de un cáncer. Ante el cúmulo de desgracias, uno de sus compañeros de reparto optó por realizar diferentes rituales en el plató con la pretensión de ahuyentar los malos espíritus. Era Will Sampson, el actor que interpretó el personaje de Taylor. Sus ritos no funcionaron. Apenas un año después se produciría otra muerte relacionada con Poltergeist. El nombre les va a resultar familiar. Más que nada porque lo acaban de leer. Sí, era el propio Will Sampson.