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Pablo Díaz, el día en que logró el bote de PasapalabraAntena 3

‘Pasapalabra’

Qué hizo Pablo Díaz con el bote de 'Pasapalabra'

Este viernes se cumple un año desde que el violinista tinerfeño ganó un millón de euros limpio en el popular concurso de Antena 3

Ocurrió justamente hace un año. Fue el premio a cinco años de trabajo. A un concurso que el violinista tinerfeño Pablo Díaz se tomó como una larga oposición. Doce veces se había quedado a una respuesta correcta de completar El Rosco. A la decimotercera fue la vencida. España gritó «¡al fin!» al unísono, porque aquel joven tan listo logró en su programa 260 el premio que tanto se había merecido.

La emisión data del 1 de julio de 2021. Pablo Díaz competía un día más con Javier Dávila, en un duelo ya histórico del programa presentado por Roberto Leal. El tinerfeño llevaba un poquito más de un año amenizando las tardes, pues había aparecido en La silla azul de Pasapalabra el 26 de junio del 2020. El espectador sabía que algo gordo iba a ocurrir. Antena 3 caldeó el ambiente con vídeos que invitaban a pensar que el violinista iba a lograr su objetivo. El Hormiguero, por primera vez en su historia, no dio por anticipado el nombre de su invitado de ese día…

Pero no se lanzaron las campanas al vuelo previamente porque «la tele abierta» había tomado el pelo a los espectadores unos meses atrás, en febrero. Entonces había emitido un promocional en el que Pablo Díaz aparecía, emocionado, junto a un marcador que señalaba 24 aciertos y 18 segundos. Solo le quedaba por acertar la letra H. Ese día, 4.844.000 espectadores (31,8 % de cuota) esperaban asistir a la gran fiesta del tinerfeño. Pero el nombre del militar cartaginés del siglo III antes de Cristo apodado 'El Grande' y partidario de la paz con Roma no era «Hierón», como el violinista dijo, sino «Hannón». El meme de «Emosido engañado» circuló esa noche profusamente entre los seguidores del concurso. No fue el único. También el que reproducimos justo abajo.

De ahí que la audiencia no las tuviese todas consigo al plantarse ante la tele aquel 1 de julio. Al acabar la primera vuelta, Pablo ya fue consciente de que tenía «El bote» en el bote, puesto que se sabía todas las respuestas. Albergaba una pequeña duda con la uve, donde le preguntaron por una flor y dijo acertadamente «vilano» si bien había barajado otra opción. La última respuesta, «Dux», fue la que convirtió al joven –de entonces 24 años– en «El Dux de Pasapalabra».

Con esa respuesta, Pablo ganó 1.828.000 euros, los correspondientes al bote acumulado desde que Antena 3 había empezado a emitir el programa. Para ser exactos, a esa cantidad hubo que descontarle los impuestos y lo que quedó, según los números que el tinerfeño hizo públicos, fue «un millón de euros limpios». Además de dinero y fama, el concurso le trajo el amor. En «La Silla Azul» de Pasapalabra conoció a la que después fue su novia, también música. «Para mí eso ha sido mejor que el bote», llegó a decir.

Qué ocurrió después

En los meses siguientes tuvo mucho protagonismo, tanto en teles como en redes sociales. Y en estas últimas se mostró muy activo durante meses. Lo vimos teñirse el pelo de azul, promocionar productos, jugar al Super Mario… También participó en el Mundial de Pasapalabra, celebrado en Chile, en el que fue eliminado a las primeras de cambio. Precisemos que la mecánica del concurso no es la misma que en España.

Pablo Díaz, en el programa número 500 de 'Pasapalabra'Antena 3

Desde hace un tiempo ya no está tan activo en redes y su última gran aparición pública data del 21 de abril, cuando volvió a Antena 3 para festejar los 500 programas de Pasapalabra en esta nueva etapa.

Se enfrentó a Sofía Álvarez, la otra persona que ha ganado el bote en «la tele abierta». Ganó y rozó el bote que se repartía esa jornada.

¿Pero qué hizo con el dinero del bote que sí ganó? Pues ese día lo contó: «Un pellizco importante lo he destinado a poder independizarme. Me he comprado una casita aquí en Madrid, que es una cosa que quería hacer desde hace mucho», empezó diciendo. «Mucha otra parte queda para tenerlo de colchón ahí, y poder seguir estudiando y formándome, lo que a mí me gusta. Acabo de terminar el máster que estaba haciendo en Ámsterdam y, por supuesto, me encantaría poder seguir estudiando para composición y para muchas cosas más».