'Hoosiers, más que ídolos': la película que anticipó el milagro de España en el Eurobasket 2022

Sergio Scariolo, el entrenador –seleccionador es un término que se queda corto– que ha obrado el milagro de convertir a España nuevamente en campeona del Eurobasket, se asemeja más, en lo físico y en las raíces, a Al Pacino que al Gene Hackman de Hoosiers, más que ídolos (1986). Pero los caminos de Sergio Scariolo y Norman Dale, el entrenador que encarnó Hackman en la película de baloncesto por excelencia de la historia del cine, convergen ahora más que nunca.

El Scariolo de 2022 ya no tiene a sus órdenes a Pau ni Marc Gasol. Ni a Juan Carlos Navarro. Ni a Ricky Rubio por su grave lesión. Tiene otros dos hermanos, Willy y Juancho Hernangómez; a Lorenzo Brown; y a Rudy Fernández, a sus 37 años, como impagable ejemplo de sacrificio y pundonor para los Garuba, Pradilla, López-Arostegui, Parra, Saiz y el resto de componentes de este equipo histórico.

Cuando Norman Dale (Gene Hackman) se presenta en la cancha, balón y silbato en mano, a su primer equipo de baloncesto en más de 10 años, descubre lo mismo que sabe Scariolo desde hace mucho tiempo: que las cartas con las que cuenta no son las mejores.

–Norman Dale: Vamos a ver qué cartas me han dado. Siete jugadores, ¿no es eso?

–Bueno, seis, porque yo no cuento.

–¿Por qué?

–Porque soy bajito y no sirvo. Yo les ayudo a entrenar, soy como el mánager del equipo.

–Creía que en Indiana todos jugaban al baloncesto...

–La mayoría, sí, pero no todos quieren entrar en el equipo. Solo somos 64 chicos en toda la escuela.

–Estaré muy solo en el banquillo…

Tan solo, en el banquillo, como que esos siete jugadores con los que contaba Gene Hackman en Hoosiers, más que ídolos enseguida se quedaban en cinco. Incluso, en un partido, en cuatro, cuando uno de ellos es eliminado por faltas y Norman Dale prefiere continuar el encuentro con un jugador menos antes que dar entrada al chico al que tiene castigado por indisciplina.

«Los cinco jugadores han de funcionar como un solo hombre. Equipo, equipo, equipo, ¿entendido? Ningún jugador es más importante que otro». La frase, que define a la perfección el espíritu de la España de Scariolo, la pronuncia Gene Hackman en uno de los entrenamientos de la película, pero pudo haber salido de los labios de otro gran actor: Jack Nicholson.

El actor que pudo ocupar el banquillo de 'Hoosiers, más que ídolos'

Jack Nicholson quería protagonizar Hoosiers, más que ídolos, pero fue citado como testigo en un juicio y eso le impedía, durante seis meses, implicarse en el proyecto. El actor, de forma elegante, animó a los productores a buscar otro candidato para llevar a la pantalla la historia de Norman Dale y su hazaña como técnico del instituto Milan de Indiana. Si no lo encontraban, Jack Nicholson se comprometía a rodarla al año siguiente. Los productores no esperaron y firmaron como entrenador a Gene Hackman.

Después de ver Hoosiers, más que ídolos, Jack Nicholson coincidió con su director, David Anspaugh. Le confesó que la película le parecía muy buena y que los actores estaban fantásticos –además del excelente trabajo de Gene Hackman, Dennis Hopper fue candidato al Oscar al mejor actor de reparto por su composición de Shooter (la otra nominación al Oscar de Hoosiers, más que ídolos fue para la banda sonora de Jerry Goldsmith)–.

Pero claro, tratándose de Jack Nicholson, tan poco dado a los cumplidos como su extraordinario personaje de Melvin Udall en Mejor imposible, tuvo que estropearlo con una coletilla. La película, según él, era buena, sí, pero le dijo a Anspaugh que con él como protagonista habría sido mejor y Hoosiers, más que ídolos se habría convertido en un gran éxito de taquilla. Con esa actitud, Gene Hackman le habría dejado, por segunda vez, en el banquillo.