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Gran Hermano y Sálvame son dos de los grandes productos televisivos de MediasetPaula Andrade

Televisión

De 'Gran Hermano' a 'Sálvame': la televisión rica en audiencia y pobre en calidad que inventó Vasile

En la tarde de este lunes se anunció a bombo y platillo el relevo de Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España. Más tarde, la compañía emitía un comunicado negando la información y ensalzando los 23 años de gestión del empresario italiano.

La destitución de Vasile hubiera supuesto mucho más que un simple cambio de cromos en la dirección de la compañía. Suponía, en primera instancia, la despedida, diferida, de una figura clave para entender tanto el desarrollo de Telecinco como el –triste– camino que ha seguido la televisión en España en los últimos 23 años. Y, en otro término, hubiese certificado el agotamiento de una forma de hacer televisión que siempre ha sido pobre en calidad y que antes era rica en audiencia.

Durante muchos años, con Paolo Vasile al mando, Telecinco era líder de audiencia. No hace falta remontarse muy atrás: Telecinco ganó durante tres años y un mes entre la primavera de 2018 y el verano de 2021. Ahora lo que acumula son derrotas. Tantas como los 11 meses consecutivos que lleva perdiendo contra Antena 3. Este agosto, Telecinco cosechó la peor cuota de pantalla de su historia (un 11 %), desde su nacimiento en España allá por 1991. Y en el último análisis de Barlovento Comunicación, tanto Telecinco como Cuatro, las dos cadenas generalistas de Mediaset, han registrado su peor mes de septiembre.

Paolo Vasile, un hombre de resultados

Si comparásemos a Paolo Vasile con un entrenador de fútbol, el consejero delegado de Mediaset España se parecería más a uno de esos técnicos a los que únicamente les importan los resultados y no la imagen que da su equipo. En eso, en los resultados, hay poco que echar en cara a Paolo Vasile desde que accedió al cargo en 1999: la audiencia, hasta el bajón de este último año, y los números han acompañado su gestión. En cuanto a la imagen, a la forma de llegar hasta esos resultados, sí hay bastante que reprochar.

Paolo Vasile, en una imagen de 2012GTRES

Con Vasile llegó a España un formato como Gran Hermano que al principio se nos vendió como un innovador experimento social cuando en realidad, edición tras edición, se alimentaba del morbo y de las polémicas, como la que llevó a la extinción del programa tras el presunto abuso sexual a Carlota Prado cometido por José María López, otro de los participantes de Gran Hermano Revolution, en 2017, y la consiguiente retirada de numerosas marcas que se anunciaban en el programa.

La primera temporada de Gran Hermano llegaba a concentrar algunas semanas delante del televisor, en 2001, a más de nueve millones de personas. En la final de la primera edición de Gran Hermano, la cuota de pantalla llegó a superar el 70 %, un dato insólito. Después, cada edición iba interesando a la audiencia menos que la anterior hasta pasar de los 7.811.000 espectadores de media en 2001 hasta los 1.484.000 de Gran Hermano Revolution en 2017. Pero, sobre todo durante los primeros años, Telecinco cosechaba buenos registros de audiencia que hacían aumentar sus ingresos por publicidad y, de paso, servían a la cadena para retroalimentar su programación. De Gran Hermano, como después de Supervivientes y de otros formatos de telerrealidad, se hablaba en Telecinco día, tarde y noche.

A estos programas se suman otros que han ayudado a Mediaset a enriquecerse al tiempo que empobrecía el nivel cultural de los espectadores, sin duda el verdadero gran perjuicio de la apuesta de Telecinco y Mediaset por formatos como Gran Hermano, Supervivientes y La isla de las tentaciones, pero también de programas como Sálvame y sus diferentes versiones, desde Sálvame Deluxe hasta Sálvame Limón, Sálvame Naranja y hasta Sálvame Sandía.

Un formato como Crónicas marcianas ya se emitía antes de que Paolo Vasile sustituyese a Maurizio Carlotti como consejero delegado de Telecinco el 30 de marzo de 1999 –el mismo año en el que Boris Izaguirre se incorporó al programa de Javier Sardá–, pero con Paolo Vasile como máximo responsable de la cadena, el espacio nocturno se mantuvo en antena hasta el año 2005.