Imparable es la última película que nos dejó Tony Scott, fallecido en 2012. El recordado director filmó este inquietante thriller de acción en el que un tren avanza a toda velocidad y sin control, cargado de materiales extremadamente tóxicos. El ferrocarril pone en peligro la vida de todos sus pasajeros y de los habitantes de su ciudad de destino contra la que, si nadie consigue impedirlo, puede acabar colisionando. Frank (Denzel Washington), un ingeniero a las puertas de abandonar la empresa de ferrocarriles, es el único, junto con el joven e inexperto Will (Chris Pine), que puede impedir el gran desastre en una operación a contrarreloj.