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Jesulín, con la pierna ortopédica de Espinosa

Jesulín, con la pierna ortopédica de EspinosaLa Sexta

El camino a casa

Espinosa sorprende a Jesulín de Ubrique con el coste de su pierna ortopédica

El extorero fue el primer invitado del programa del escritor catalán

Arrancó el programa del director y actor catalán Albert Espinosa. Pablo Motos y Jorge Salvador son los productores ejecutivos, como en El Hormiguero y en El Desafío. En El camino a casa, el invitado va de la puerta de su colegio a la puerta de su casa, emulando, tantos años después, el recorrido que hacía de crío. El primer invitado fue Jesulín, que se emocionó hasta la lágrima.

Espinosa llevó a Jesulín a su Ubrique natal. El viaje empezó por el Colegio de Educación Infantil y Primaria Fernando Gavilán, en concreto en sus pistas deportivas. Fue allí donde el coletudo contó por última vez su vocación frustrada: «Soy culé. Yo jugaba de portero», desveló. En aquellos tiempos en que le decían Jeslui y no Jesulín su ídolo era Arconada, el extraordinario portero de la Real Sociedad y de la selección española.

El presentador le regaló una camiseta del mítico guardamente y el diestro no dudó en ponerse bajo los palos, donde –seamos sinceros– no mostró grandes aptitudes a disparos de la chavalada del cole.

Jesulín, bajo los palos en la portería de su antiguo colegio

Jesulín, bajo los palos en la portería de su antiguo colegioLa Sexta

El torero siempre ha tenido una gran fe en sí mismo. Aunque nunca pasó de ser guardameta en ese patio del colegio, dijo estar seguro de cuál habría sido su futuro si no llega a colgar los guantes para ponerse la taleguilla: «Si de algo estaba convencido, es que, si hubiese sido portero, hubiese sido de lo mejor que hubiese habido». Ahí es nada. Lo escuchaba atentamente Albert Espinosa, que no es un hombre presuntuoso, pero ante tamaña aseveración dejó caer que el jugó en los alevines del Barça, precisamente como portero, hasta que perdió la pierna.

Fue «perder» el verbo que empleó para referirse a la pierna que un cáncer obligó a cortar. En su lugar tiene una ortopédica que se quitó ante Jesulín: «Pesa unos ocho kilos y solo dura cinco años. A los cinco años ya no pueden saber si te puede aguantar el peso, si se rompe», detalló al torero. A continuación reveló el coste, que dejó pasmado al diestro: 43.000 euros.

Jesulín de Ubrique tenía una curiosidad: «¿Tienes sensibilidad ahí?», preguntó antes de tocarle el muñón a Espinosa. Vaya si tiene sensibilidad. A flor de piel.

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