Las tragedias que han marcado la vida de Pierce Brosnan

Pierce Brosnan, uno de los actores estadounidenses más conocidos del panorama cinematográfico, cumple este martes, 16 de mayo, 70 años. Su trayectoria le ha posicionado a lo largo de la historia como una de las personas más atractivas que ha dado vida al famoso personaje de James Bond.

Su papel en la serie Remington Steele impulsó de nuevo su carrera hacia el éxito y sus grandes datos en taquillas durante décadas le han hecho llevar a sus espaldas un currículum intachable. No obstante, no todo es tan «idílico» como parece y es que Brosnan no ha tenido una vida sencilla. Echando la vista atrás y centrándonos en su infancia, el intérprete fue abandonado por su padre cuando tan solo era un bebé. Ante la difícil situación, su madre se vio obligada a dejar el pueblo de Irlanda donde vivían para trasladarse hasta Londres a trabajar, lo que le obligó a quedarse en manos de sus abuelos maternos durante sus años más primarios.

Poco a poco, Pierce Brosnan fue encontrando su verdadera vocación y decidió apostar por ella. Su pasión por el cine y su don para interpretar delante de las cámaras le llevó a rodar películas de gran importancia en la historia de la gran pantalla. En paralelo a su éxito profesional, Brosnan encontró el amor junto a Cassandra Harris, su primera mujer y con la que tuvo a sus tres primeros hijos. Cuando todo parecía ir sobre ruedas, el actor sufrió el primer revés que desencadenó en una serie de desgracias que cambiarían para siempre su vida. Cassandra Harris fallecía en 1991 víctima de un cáncer de ovario. La marcha de su mujer le convertía repentinamente en padre viudo de tres hijos: «Esta es la primera vez que experimento el duelo y es algo abrumador», confesó en 1992 durante una entrevista que concedió para le revista People.

Diez años después del fallecimiento de Harris, Brosnan rehacía su vida con Keely Shaye, la mujer con la que conforma uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood en la actualidad. Se conocieron en 1994, pero no fue hasta 2001 cuando decidieron formalizar su relación subiéndose al altar en una emblemática boda en Irlanda. Tras el fallecimiento de su primera esposa, el actor parecía volver a conseguir cierta estabilidad en su vida, pero en 2013, recibía otro duro golpe. Su hija Charlotte, fruto de su primer matrimonio, fallecía con 42 años tras una dura lucha contra el mismo tipo de cáncer que padecía su madre.

Esta segunda tragedia ocasionó de nuevo el hundimiento de Brosnan pero, no acaban aquí sus duros episodios y es que el reconocido actor también ha tenido que luchar con la adicción a las drogas de su hijo Christopher. En 1997 fue condenado a tres meses de cárcel por conducir bajos los efectos de sustancias y posteriormente fue grabado consumiendo heroína y cocaína. La relación de padre e hijo se enfrío hasta tal punto que la figura de Hollywood decidió alejarse de él: «Christopher todavía está muy perdido. Sé donde está, pero está teniendo una vida difícil», comentó Pierce en una entrevista para Playboy.

A pesar de esta larga lista de duros varapalos, el actor ha soplado las velas de su 70º cumpleaños rodeado de las personas que más le quieren, entre los que destacan Shaye Smith, la mujer con la que comparte su vida desde hace más de veinte años. Es la mujer con la que ha compartido sus últimos años y con la que sigue manteniendo la ilusión y las ganas de vivir con una gran base sentimental consolidada.