El Hormiguero
Feijóo se deja asesorar por Julio Iglesias y se gusta en 'El Hormiguero'
El líder popular parafraseó a Pedro Sánchez: «El sanchismo es maldad, mentira y manipulación»
«La noche es de Feijóo», dijo Motos antes de la primera pausa publicitaria, y habrá quien le saque punta a la frase pero es una expresión habitual en el presentador de El Hormiguero, que optó por el formato «entrevista amable» que es marca de la casa.
El candidato popular a la presidencia del Gobierno fue recibido en el programa más visto al grito de «presidente, presidente», y quedó claro que, como Pedro Sánchez, se había llevado a fieles para figurar como público.
Motos se mostró tenso y cohibido ante el presidente del Gobierno. Con Feijóo se le vio más natural, descomprimido, aliviado. «Mi intención es saber quién es usted, qué quiere y la fortaleza de sus ideas», avanzó de entrada el presentador, marcando diferencias con la entrevista con Pedro Sánchez. Feijóo reveló que su hijo Alberto, de seis años, vería el programa: «No por ti ni por mí, por las hormigas», comentó sonriente. Con ese buen rollo se inició una entrevista que se mantuvo siempre en esa línea y en la que no se preguntó por el dinero que gana el líder popular ni por aquella famosa foto, que eran dos de las cuestiones que consideraban imprescindibles los tuiteros zurdos. Hacia el final, Motos apuntó que el martes Sánchez «se alargó un poco en las respuestas», por lo que se dejó varias preguntas en el tintero. «Yo no vengo a echar broncas a nadie», contestó entre risas el líder de la oposición.
Empezó el presentador nombrando el paso de Feijóo por el Insalud, Correos y las cuatro mayorías absolutas en su tierra natal. Hasta llegar a su paso al frente desde Galicia hacia Madrid: «No me gustó la idea», dijo sobre las circunstancias («un problema grave», resumió el lío entre Casado y Ayuso) que provocaron su llegada a la presidencia popular.
Un presidente del rural
«Soy un hombre que nació hace 61 años en un pueblo de más o menos 300 habitantes», se presentó en el que fue su debut en el programa de Antena 3. «Puedo ser el primer presidente de España nacido en la España rural», afirmó, y Twitter, Facebook y demás rápidamente le recordaron que Adolfo Suárez nació en Cebreros. Este desliz, su lapsus al confundir la presidenta del Parlamento balear con la del valenciano y otro error al fijar el precio de las naranjas –abarató el kilo a los 12 céntimos, lo que es incorrecto salvo que se refiriese al precio en origen, lo que no precisó– fueron empleados por su oponentes para sacarle los colores en las redes sociales.
Con los debates electorales se entró en harina. «Lo que es curioso que el que pide ahora seis debates durante los cinco años que ha estado de presidente ha hecho un único debate del Estado de la Nación. Uno. Hombre, yo comprendo que aquí todo el mundo está muy exigido, pero lo cierto y verdad es que yo voy al debate con el presidente Sánchez». Apunte léxico: «estoy muy exigido» es una frase que hizo célebre en Galicia el recientemente fallecido Arsenio Iglesias, el mítico entrenador del Súper Dépor con el que Feijóo paseaba en ocasiones cuando vivía en la ciudad coruñesa. «He pedido un debate a siete. Me han dicho que hay alguna televisión dispuesta a organizarlo. Nos ha llegado una notificación de Televisión Española. Si eso es así, y a ese debate va el presidente del Gobierno, allí nos vemos», avanzó.
Definición del sanchismo
«¿Qué es el sanchismo?», preguntó Motos, tal y como el martes avanzó que haría. «Yo creo que ayer la persona que usted tuvo en el plató lo definió bien. Dijo maldad, mentira y manipulación. Yo estoy de acuerdo. Para qué vamos a discutir, ¿no?», contestó parafraseando a Sánchez, y se llevó la primera ovación de la noche.
En efecto, Pedro Sánchez había formulado esa definición de sanchismo, pero obviamente lo hizo en un tono crítico, alegando que el antisanchismo se ha creado así, con maldades, mentiras y manipulaciones.
Le preguntó, como al presidente del Gobierno, por la fecha de las elecciones: «¿Cómo le vamos a hacer a la gente, el día 23 de julio, cuatro comunidades autónomas con puente, decir que interrumpan sus vacaciones entre diez y doce millones de españoles, que están fuera de su casa, y que vengan a votar?». Sánchez le acusó el martes de haber convocado elecciones gallegas en julio, pero el líder popular recordó que iban a ser en abril pero que en marzo se reactivó la pandemia, y por eso acabaron celebrándose en verano. Actuó asesorado por especialistas: «Nosotros sí teníamos un comité clínico», dijo en alusión a la inexistencia del de Pedro Sánchez, y es escucharon unas risas de fondo. «Los españoles no se merecían esta fecha», zanjó.
Los pactos con Vox
Le preguntó Motos si está contento con el pacto entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana: «Yo estoy contento con los pactos que estamos haciendo. Le hemos dado la alcaldía de Barcelona al PSOE. Le hemos dado la alcaldía de Victoria al PSOE. La hemos dado la Diputación Foral de Guipúzcoa al PNV y al PSOE. Estamos gobernando con Coalición Canaria en Canarias…», fue enumerando hasta llegar a Valencia. «En Valencia pasa que nosotros le decimos a Vox que no podemos pactar ni puede formar parte del Gobierno una persona que lleva una sentencia, hace veinte años, es verdad, pero una sentencia por abusos verbales contra su ex mujer. Es una garantía de que la violencia machista nos la tomamos en serio», argumentó. Avanzó que las políticas de Igualdad del Gobierno valenciano las llevará un consejero popular y se llevó una nueva ovación.
Le recordó Motos que la presidenta del Parlamento valenciano «es activista contra el aborto, es negacionista del cambio climático, es antivacunas y es negacionista de la violencia machista». «No estamos de acuerdo. Pero es la presidenta del Parlamento, no un miembro del Gobierno», contestó.
«Discrepamos porque mi partido no es Vox. La garantía de que va a haber un cambio en España es votar al PP. Y si me votan la suficiente que el Gobierno será del PP en exclusiva», y volvió a sonar un gran a aplauso. Le preguntó el presentador por líneas rojas: «No voy a negociar que la sanidad o la educación en mi país no vaya a ser pública y gratuita».
Se extendió hablando de pactos el gallego y acabó haciendo una pregunta a Motos: «Lo que no podemos es llegar a la conclusión de que el PSOE puede pactar con cualquiera y nosotros con nadie. ¿Qué le parece a usted si yo pacto con los mismos que el PSOE? ¿Si pacto con ERC, con Bildu y con Podemos? ¿Eso estaría bien?». «No me haga opinar», replicó Motos sonriendo. «Yo no soy Pedro Sánchez. Yo no voy a pactar con Bildu», remarcó Feijóo y se ganó la enésima ovación.
Tijeretazo en los ministerios
Motos volvió a Vox y dijo que, antes de votar, España necesita saber si Abascal va a ser su vicepresidente: «El que empiece a nombrar vicepresidentes o ministros antes de ganar las elecciones es un soberbio. Mi objetivo es nombrar una vicepresidenta de mi Gobierno y sé quién es». Tiene una idea muy elaborada de cómo sería su gobierno: «Me sobran seis o siete ministerios. Universidades y Educación deberían estar juntos. Igualdad puede estar con Sanidad y Políticas Sociales. Seguridad Social puede estar con Trabajo. Consumo no necesita tener un rango de ministerio». Después se enmendó a sí mismo: «Si tengo ocasión, Igualdad dependerá de la Presidencia del Gobierno». «Le puedo asegurar que con 14 ministros España funciona mejor que con 22», garantizó.
Más medidas. Revisará la ley del aborto: «La mayoría de mi partido cree que siendo menor es necesario el consentimiento de los padres o, en su defecto, una autorización del juez».
También modificará la de la eutanasia, asunto en el que se mostró partidario de la intervención de un comité de bioética.
El consejo de Julio
Para acabar, aparecieron las hormigas. Cómo reaccionaría si, dentro de unos años, su hijo le presenta a una pareja de «Podemos a tope», plantearon. «¿Quién te dice a ti que mi hijo no se haga de Podemos?», replicó agudo Feijóo, muy en la línea de una noche en la que se le vio distendido y natural, en la que fue él mismo, tal y como le había aconsejado Julio Iglesias días atrás cuando le comentó que acudiría a El Hormiguero. «Me dijo 'prepáralo bien, sé tú mismo y te saldrá bien'», reveló. «Yo le pedí que me hiciese un meme diciendo: 'Vas a ganar y España lo sabe'», comentó divertido. Aún está esperando por él.