Historias de película
El actor que rechazó el papel de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos porque su hija se lo pidió
Una leyenda del cine compró los derechos de la novela para dirigir y protagonizar la película, pero abandonó el proyecto tras hablar con su hija
El American Film Institute tenía mucho y muy bueno (en este caso, muy malo) donde elegir a la hora de elaborar, en 2003, su lista con los 50 mejores villanos de la historia del cine. Darth Vader quedó tercero. Norman Bates, segundo. Y Hannibal Lecter, primero. Lógicamente, el Hannibal Lecter magistralmente compuesto e interpretado por Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, porque antes hubo otro Hannibal Lecter en el cine. Uno que aparecía en Manhunter (Hunter), la adaptación de la novela de Thomas Harris El dragón rojo dirigida por Michael Mann (Heat) en 1986: Brian Cox, el Logan Roy de la serie Succession.
Manhunter fue un fracaso y Dino de Laurentiis no quiso producir la película basada en la siguiente novela de Thomas Harris: El silencio de los inocentes, publicada en 1988. Un gran actor que buscaba un buen material para debutar como director se animó a comprar el 50 % de los derechos. Orion Pictures, sumida en una profunda crisis que años más tarde acabaría con su desaparición, adquirió el otro 50 %. Ese actor era Gene Hackman, que por aquel entonces había sido nominado al Oscar como mejor actor por Arde Mississippi mucho después de ganarlo por primera vez por French Connection y pocos años antes de llevarse el segundo, esta vez como actor de reparto, por Sin perdón.
Gene Hackman dudaba entre quedarse con el papel de Hannibal Lecter o elegir el de Jack Crawford, menos exigente para alguien como él que iba a debutar como director con El silencio de los corderos. Pero al final decidió que ni uno ni otro. En la noche de los Oscar en la que estaba nominado, justo antes de conocer que el ganador sería Dustin Hoffman por Rain Man y no él, Gene Hackman vio su imagen en Arde Mississippi en la presentación de los candidatos y se dio cuenta de que no quería otro papel rodeado de violencia.
Pesaba más, sin embargo, otro factor mucho más importante en su decisión. Una de sus hijas había leído el libro que inspiraría El silencio de los corderos y pidió a su padre que no hiciera la película. Gene Hackman se bajó del barco y el proyecto acabó con Jonathan Demme en la silla de director y con Anthony Hopkins en la celda de Hannibal Lecter.
El silencio de los corderos pasó a la historia del cine, se convirtió en un fenómeno mundial y, además de ser la primera cinta de terror premiada con el Oscar a la mejor película, ganó los cinco Oscar más importantes (película, director, actor, actriz y guion, en este caso adaptado), algo que antes solo habían conseguido Sucedió una noche y Alguien voló sobre el nido del cuco y que ningún otro filme ha vuelto a lograr.
«Dios bendiga a la hija de Gene Hackman», comentó Jonathan Demme en una entrevista realizada un año antes de su muerte, en 2017. Anthony Hopkins, Jodie Foster (el papel de Clarice Starling lo iba a interpretar inicialmente Michelle Pfeiffer) y, en general, los aficionados al cine –con todo el respeto y la admiración que merece una figura como Gene Hackman–, también tenemos motivos para unirnos a la plegaria de Jonathan Demme.