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La lista de Schindler, La tumba de las luciérnagas y Bambi

Cine

Esta es la escena más triste de la historia del cine según la ciencia

Un estudio de dos investigadores eligió el momento más triste del cine entre 78 películas

El cine –el buen cine– posee, entre otras virtudes, la capacidad de despertarnos todo tipo de emociones como espectadores. Entre ellas, y aunque muchas veces intentemos resistirnos y lo hagamos por dentro, sin lágrimas, la de hacernos llorar. Bien sea con una escena particularmente triste de una película, sobre todo si coincide con el final, o con una montaña rusa de emociones en apenas un puñado de planos que combinen el drama con el humor o con el optimismo, como ocurre con La vida es bella.

Es difícil sujetar las lágrimas con películas que, sin ser las más tristes, son tan emotivas como E.T. El Extraterrestre, Forrest Gump, En busca de la felicidad con Will Smith llorando junto a su hijo en los baños del metro o Siempre a tu lado (Hachiko). O con películas de animación como Coco o Up y su conmovedora escena del comienzo capaz de romper emocionalmente a cualquiera. Con Bambi y su famosa pérdida que tantas veces hemos sufrido en las películas de Disney. No digamos ya con películas que son tristes por naturaleza, desde La lista de Schindler o El pianista hasta Amor, de Michael Haneke; desde La tumba de las luciérnagas hasta La fuerza del cariño, Bailar en la oscuridad o La habitación del hijo. Y eso solo dentro del cine más o menos moderno.

Dos investigadores en Psicología, James Gross y Robert Levinson, realizaron hace tiempo un estudio sobre la relación entre el cine y las emociones. Seleccionaron 78 escenas especialmente tristes de otras tantas películas y se las mostraron a 500 estudiantes. Y llegaron a la conclusión de que la escena más triste de la historia del cine –hasta 1988, cuando se realizó el estudio– es el final de El campeón, la película de boxeo de 1979 dirigida por Franco Zeffirelli y protagonizada por Jon Voight. Por si acaso, aunque la escena en cuestión es bastante conocida, advertimos de los consiguientes spoilers a partir de aquí, tanto en el artículo como en el vídeo de la escena.

El pequeño T. J, interpretado por el actor Ricky Schroder, llora sin consuelo cuando su padre, Billy Flynn (Jon Voight), acaba de morir después de un combate y tras dedicar sus últimas palabras al niño. «Campeón, ¡despierta! No duermas ahora. Tienes que ir a casa», exclama entre lágrimas el pequeño. En este momento el nudo en la garganta del espectador ya está hecho y, ni con el paso del tiempo, es difícil deshacerlo durante los tres minutos que dura la escena más triste de la historia del cine según el estudio. Más aún que la madre de todas las muertes en las películas de Disney, la madre de Bambi, que quedó en segundo lugar.