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John Wayne protagonizó Los cuatro hijos de Katie Elder

John Wayne protagonizó Los cuatro hijos de Katie Elder

Historias de película

El actor al que John Wayne persiguió pistola en mano por ofender a su hija: «¿Dónde está ese comunista?»

Ante la ira de John Wayne, un famoso compañero de reparto tuvo que esconderse en un armario. Y de ahí no salió en toda la tarde

Es mejor no enfadar a ciertas personas. Conviene tenerlo en cuenta en la vida y en el más hermoso de sus reflejos: el cine. Hasta en un género tan entregado al valor y al coraje como es el western, es de ley advertirlo. Si en Hollywood, durante décadas, había alguien a quien no debías enfadar, en el cine y en la vida, ese era John Wayne. No digamos ya si el motivo de ese enfado era la ofensa a una de sus hijas.

John Wayne descubrió que alguien se había plantado en el centro educativo donde estudiaba una de sus hijas para pronunciar un discurso con una ideología contraria a la suya y que, además, estaba repleto de expresiones malsonantes.

Acostumbrado en el cine a disparar antes de preguntar, John Wayne invirtió el orden en la vida real. Aunque si aquella vez, en los años 60 y caracterizado como un personaje con su cartuchera incluida, preguntó primero, pistola en mano, solo fuera porque no sabía dónde encontrar a su objetivo: «¿Dónde se esconde ese comunista?», repetía. Porque, en efecto, el objeto de la ira de John Wayne se había escondido. En un armario. Y así permaneció toda una tarde hasta que sintió que el peligro había pasado.

Ese hombre asustado también era actor y compañero de reparto de John Wayne en Los cuatro hijos de Katie Elder, la película de 1965 dirigida por Henry Hathaway cuyo argumento nacía, precisamente, de una venganza.

El actor encerrado en el armario era Dennis Hopper. Y lo peor de todo es que ni siquiera había sido él, sino el activista negro en favor de los derechos civiles Stokely Carmichael, quien había podido ofender a la hija de John Wayne.

Poco le importó eso a Wayne, que culpó a Dennis Hopper por haber agitado y revuelto conciencias desde tiempo atrás. No le gustaba como actor. Menos aún como persona, con las excentricidades de Hopper, su gusto por probar toda clase de drogas, sus excesos también con el alcohol y su fama de problemático.

En 1969, cuatro años después de compartir títulos de crédito con John Wayne en Los cuatro hijos de Katie Elder, Dennis Hopper trabajó en dos películas. Una era la que acompañaría a su figura hasta el final de sus días: Easy Ryder. La otra, Valor de ley. De nuevo, con John Wayne, que ganó con ella su único Oscar. Y, también nuevamente, a las órdenes de Henry Hathaway.

Ironías de la vida, aquel supuesto comunista escondido en un armario al que había perseguido John Wayne, se haría republicano –como lo era el propio Wayne– en los años 80. Con Ronald Reagan. John Wayne, que desde mucho antes había terminado su particular guerra fría –en aquel episodio quiso amedrentarlo, no matarlo– con Dennis Hopper, no llegó a verlo.

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