‘El Hormiguero’
Tamara Falcó se va de la lengua: así la dormía su madre en los aviones
Desveló que Isabel Preysler usaba unas gotas y que una vez se le fue la mano con ellas a Miguel Boyer
Fue Pablo Motos el que, en la tertulia de este jueves en El Hormiguero, sacó el tema que dio pie a una confesión de Tamara Falcó. El asunto es que un restaurante de Estados Unidos cobra un plus de 50 dólares a los padres de los niños moletos. El público ovacionó el simple hecho de que existiese tal sanción y, después, el presentador preguntó a los integrantes de la mesa cómo de pesados eran de niños. Y fue ahí donde la marquesa de Griñón se fue de la lengua.
«Mi madre para que no molestásemos al resto del avión nos daba unas gotitas», reveló Tamara. «O sea, que os drogaba», medió una de las hormigas desde debajo de la mesa. «Sí, básicamente», contestó divertida.
No contenta con esa revelación, fue más allá y contó un caso concreto, un viaje de vacaciones que pudo acabar mal. «Resulta que una vez viajamos a Marbella y no había forma de despertar a Ana». Ana es Ana Boyer, su hermana, la hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer.
El fallecido exministro fue, precisamente, el siguiente en aparecer en escena. «Le dábamos tortitas y no había forma», recordó la marquesa, mientras movía sus manos simulando bofetadas. «Dice mi madre al tío Miguel: ‘Miguel, ¿cuántas las gotas le has dado?'». Y esto contestó Boyer: «Las que me has dicho, 18». No, no eran 18. Eran 8. «A las ocho de la tarde se despertó», concluyó Tamara el relato entre carcajadas.