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Pablo Motos y Alfonso Guerra, esta semana en 'El Hormiguero'

Pablo Motos y Alfonso Guerra, esta semana en 'El Hormiguero'Antena 3

La semana de la tele

La franja televisiva que más duele a Pedro Sánchez

El Hormiguero y Noticias 2, ambos líderes de audiencia, se desmarcan de la tónica televisiva general y son críticos con el presidente del Gobierno

En un panorama televisivo muy benévolo con la acción de Pedro Sánchez, cuando no claramente decantado a su favor, hay una franja televisiva que se desmarca de la tónica general y supone un dolor de cabeza para el presidente del Gobierno. Es la que se inicia cuando acaba Pasapalabra, pasadas las nueve de la noche, y finaliza cuando Pablo Motos despide El Hormiguero, cerca de las once. En medio, el Noticias 2 de Vicente Vallés. En las últimas semanas, la amnistía ha sido tema central en ambos espacios de Antena 3, que son los líderes de audiencia en su franja y en su especie (el programa de entretenimiento y el noticiario más vistos de la tele española).

Sabido es que Vicente Vallés gusta de desmontar el sanchismo con datos. Por no irnos muy atrás en el tiempo, recordemos que a comienzos de año llevaba el contador de la vergüenza de la «Ley del solo sí es sí», en el que indicaba el número de rebajas de condena y el de excarcelados. Durante semanas, su informativo, ocurriese lo que ocurriese en el mundo, tuvo tiempo reservado para este recuento. Ahora el tema es, claro, la amnistía, y Vallés ha sido de los que periodistas que más ha puesto el dedo en la llaga, que más ha remarcado la contradicción entre lo que dijo el presidente sobre el perdón a los independentistas antes de las elecciones y lo que ha hecho después, que es justo lo contrario. Tuvo especial éxito un vídeo, emitido un par de semanas atrás, que presentó así: «Esa amnistía inconstitucional ahora es plenamente constitucional y se pretende que los ciudadanos olviden lo que sucedió y lo que supuso el proceso independentista. Quien firma esa ley aspira a que todo se olvide, a que se olvide todo lo que van a ver. Gracias a la amnistía nada de esto ha ocurrido». A continuación, imágenes del referéndum ilegal, de la fallida declaración de independencia, de los disturbios, de la sentencia del procés y declaraciones de Sánchez y varios socialistas más negando la posibilidad de amnistía. Más de cuatro minutos demoledores.

El Hormiguero sintoniza esa misma línea crítica. En las tertulias de los martes y de los jueves siempre hay hueco para la crítica a Sánchez y a la amnistía. Pero el posicionamiento ha ido a más en las últimas semanas, pues ha impregnado las entrevistas, que son el eje del programa. Esta semana ha sido la de Alfonso Guerra, despreciado por los sanchistas por su condición de dinosaurio, pero al que –más allá de alguna reflexión desafortunada– se le vio muy ágil de mente en su paso por el programa. Su presencia estaba justificada por la actualidad: está presentado un nuevo libro de memorias. El ex vicepresidente del Gobierno vino a decir que fue la editorial la que le empujó a ir a los dominios de Pablo Motos. Pero antes ha promocionado más libros y nunca se había pasado por ese plató. ¿Por qué ahora sí? Pues porque es un momento crucial en la historia política reciente. Por la actualidad, sí, pero por la actualidad política. Sus números de audiencia fueron extraordinarios y marcaron un récord de la temporada: 2.710.000 espectadores de media y un 19,5 % de cuota de pantalla.

Más llamativa fue la presencia, la semana pasada, del periodista deportivo Josep Pedrerol. Al entrar al plató, él mismo dejó claro que la entrevista no tenía percha alguna. Entonces, ¿para qué iba a El Hormiguero? Pues quedó claro cuando se dirigió a cámara y pidió a Sánchez, de tú a tú, como catalán y como español, que diese marcha atrás a su acuerdo con los independentistas. Sonó a entrevista pactada entre entrevistador y entrevistado para que el pope de El Chiringuito se posicionase públicamente contra la amnistía.

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