Por qué Francia no ha presentado ´Anatomía de una caída´ como su candidata a los Oscar

Anatomía de una caída prometía antes incluso de estrenarse. Esa cruel mirada sobre la justicia que había ganado la prestigiosa Palma de Oro en el Festival de Cannes despertaba el interés general por la disección de la pareja. Sin embargo, Francia tomó hace unos meses la controvertida decisión de desairar el proyecto y enviar como candidata al Oscar a la mejor película internacional A fuego lento, sobre el amor entre una cocinera y su gastrónomo que nace en 1885 mientras dan lugar a deliciosos platos.

La decisión demuestra que, tradicionalmente, este festival no es una métrica valiosa para la temporada de premios. Sin embargo, las primeras reacciones tanto de los críticos como del público tienden a insinuar qué películas tendrán un impacto definitivo más adelante. No es baladí que los medios se aseguren de contar los minutos de cada ovación, informar sobre huelgas u otros detalles que definitivamente se utilizarán a favor de la película a través del marketing indirecto.

De hecho, de vez en cuando, los elogios unánimes en torno a una película o interpretación en Cannes prácticamente garantizan un lugar privilegiado en la carrera de premios y en la conversación sobre los Oscar. La memoria reciente nos recuerda el caso de Parasitos, que también ganó la Palma de Oro y escaló poco a poco hasta conseguir no solo su ansiado premio a mejor película en los Óscar, sino de ser la primera en habla no inglesa en conseguirlo.

Algo similar sucedió con El triángulo de la tristeza, que en 2022 obtuvo tres nominaciones al Oscar bastante sorprendentes, incluidas mejor película, mejor director y mejor guión Original. En este contexto, Anatomía de una caída tenía mucho a su favor: además de lograr la hazaña de conquistar a todos los miembros del jurado de Cannes, la aclamación en torno a la actuación de Hüller, su protagonista, fue por las nubes.

Todo ello explicaba y daba por hecho que, de cara a los próximos premios Oscar, era la fuerte candidata a ganar como la mejor película internacional. Tenía el galardón prácticamente asegurado frente a La sociedad de la nieve, Fallen Leaves o Past lives, las otras favoritas. ¿Por qué, entonces, Francia se arriesga a no conseguir una estatuilla que ya estaba grabada con su nombre para perder –casi con total seguridad– en la categoría general de mejor película frente a Oppenheimer, Barbie, Los que se quedan o Los asesinos de la luna?

La explicación es fácil: la falta de películas internacionales en las principales categorías de la ceremonia sigue siendo un gran problema. La Academia es predominantemente estadounidense. Algo que muchas veces les ha traído dolores de cabeza y que explica que, cada vez más, tenga intención de abrirse en materia de diversidad e inclusión.

Paralelamente a ello, no es que Francia no reconozca la relevancia de Anatomía de una caída como obra de ficción, pero está lejos de ser la película adecuada para representar a su país. La película de Justine Triet es psicológicamente intensa, impactante y fascinante, pero es difícil ignorar que al menos el 50% de la película es en inglés, debido a que Hüller es extranjera y no sabe expresarse con soltura. Que la estrella de la película, por muy buena que sea su interpretación, apenas hable el idioma del país al que representa dificulta mucho.

A fuego lento, en cambio, es un romance francés en su forma más tradicional: ambientada en la década de 1880, la película es una mirada encantadora a la antigua cocina francesa, que se presenta como un retrato único de las costumbres más arraigadas en el país. Al final del día, la decisión de Francia parece mucho más un esfuerzo por preservar su identidad que una maniobra para sabotear la poderosa película de Triet.

En cualquier caso, con Anatomía de una caída fuera de juego, el principal beneficiario es Bayona y su potente La sociedad de la nieve, que tiene una oportunidad más de hacer historia en la próxima edición de los conocidos galardones.