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Mercedes Milá entrevistó a Pedro Almodóvar en el último programa de No sé de qué me hablasRTVE

Televisión

El sectarismo de Almodóvar con Mercedes Milá en TVE: «Oigo rezos contra la amnistía y es surrealista»

La entrevista a Almodóvar arrastra al programa No sé de qué me hablas a su peor dato de audiencia

A mitad de semana entre el Benidorm Fest con elección de la polémica canción Zorra, de Nebulossa, como representante de España en Eurovisión 2024, y la gala de los Goya 2024 del próximo sábado, TVE desplegó en la noche del miércoles otra alfombra 'roja' para recibir a Pedro Almodóvar. El director de cine fue el invitado que cerró la temporada de No sé de qué me hablas, el programa presentado por Mercedes Milá con la colaboración de Inés Hernand, la abanderada de RTVE en la causa LGTBIQ+, que estuvo presente en todo momento en el discurso sectario de Almodóvar y ampliamente representada en el público presente en el plató.

Almodóvar, Mercedes Milá e Inés Hernand fueron relegados por TVE del horario de máxima audiencia (el programa se emitió después del partido de la Copa del Rey entre el Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao). Y, a su vez, Almodóvar, Mercedes Milá e Inés Hernand relegaron a No sé de qué me hablas a su mínimo de audiencia: solo 556.000 espectadores y un 6,7 % de cuota de pantalla

«No quiero hablar de política», aseguró Pedro Almodóvar en su entrevista de este miércoles con Mercedes Milá. Pues menos mal que no quería. Porque, para no querer hablar, su conversación con la presentadora del programa No sé de qué me hablas podría pasar perfectamente por un discurso de un mitin del otro Pedro, Sánchez. No faltaron en las largas parrafadas de Almodóvar el victimismo del miedo a la derecha, la exaltación de la causa LGTBI, la –velada– defensa de la ley de amnistía, la utilización interesada del feminismo entendido como lo entiende la izquierda, la defensa del ecologismo y, lo peor de todo, la despreciable burla a la fe católica.

«Yo vivo en una zona cero delicada en la que por primera vez desde que llegué allí, en el Paseo de Pintor Rosales (en Madrid), oigo rezos a partir de las ocho de la tarde y me estremezco. Rezos, y algo que es mucho más surrealista, para que la Virgen les ayudara a luchar contra la amnistía y que la Virgen les ayudara (Almodóvar hace un gesto de incomprensión a modo de burla) y a que anulara (la Virgen) la ley de amnistía. Para mí eso ya sí que es surrealista. Como estén esperando que la Virgen venga y… (risas). No, empezamos a hablar de política en el momento actual y eso es muy delicado», soltó Almodóvar.

No quería Almodóvar hablar de política, pero lo hizo. «Te voy a poner un ejemplo (a Mercedes Milá) y lo vas a entender. En un periódico de izquierdas que leo en la red, venía una foto de un árbol que organiza me parece el Ayuntamiento de Madrid porque es allí cerca donde proponían que los madrileños dejaran su tarjeta con sus deseos. Y había un primer plano con un deseo que era que maten a Pedro Sánchez. Eso es vivir en un momento delicado. Me estremeció mucho eso», aseguró Almodóvar, que continuó preocupándose por el otro Pedro.

«Igual que, y ya no vuelvo a hablar de este tema –pero habla–, con el merecidísimo homenaje a Concha Velasco. Eran todas las Españas allí porque Concha gustaba a todo el mundo. Pedro Sánchez estaba atendiendo a los medios y empezaron a abuchearle. Era la capilla ardiente de Concha Velasco y estáis todos allí para hacer homenaje a esta mujer, me pareció otro momento delicado… Paso del tema», señaló Almodóvar.

Mercedes Milá le siguió el juego y también se vistió de escudera de Pedro Sánchez, pero no de Isabel Díaz Ayuso, que ese mismo día y en ese mismo lugar tuvo que soportar el sectarismo de Marisa Paredes, que gritó '¡fuera, fuera!» cuando supo que la presidenta de la Comunidad de Madrid había acudido –con la notable diferencia de que Ayuso sí tuvo el detalle de visitar a Concha Velasco en su residencia– a la capilla ardiente de la actriz.

«Más que abuchearle (a Sánchez), a insultarle, a desearle la muerte, a odiarlo… Porque lo que más me preocupa es esta sensación de odio», insistió Milá.

«Estamos divididos, es eso. Recuerda a la peor tradición española y yo creo que ahora la polarización, que haya una España y haya otra, es evidente y me preocupa», prosiguió Almodóvar.

«Me parece muy bien que haya minorías a las que hay que respetar y no ofender. Jenni Hermoso apareció en el puesto número 2 de la lista de Times sobre las mujeres más influyentes del año. Eso es posible porque vivimos en una sociedad que señor que la picoteó le dijo que eso no se puede hacer. Uno de los grandes movimientos que caracteriza ahora a la gente joven es el feminismo. También el ecologismo. Y plantearse las cuestiones de género de otro modo», proclamó Almodóvar.

«Qué razón tienes», afirmó Mercedes Milá mientras daba paso a fragmentos de otras entrevistas que hizo a Almodóvar hace 35 y 40 años. Alguna de ellas formaban parte de un programa piloto y nunca llegaron a emitirse. Esta última también se la podría haber ahorrado TVE.