‘Batalla de restaurantes’
Chicote proclama entre amenazas al rey del cocido madrileño: «Voy a matar a alguien»
El chef de Carabanchel asistió a un tenso duelo entre cuatro locales de la capital
Lo nuevo de Chicote, Batalla de restaurantes, tiene momentos comestibles pero este producto televisivo incurre en incoherencias llamativas. Como este jueves, cuando salió por la capital de España en búsqueda del mejor cocido madrileño –eso dijo al principio y al final del programa–. Tras amenazas y desprecios varios entre los cuatro duelistas, el local más puntuado por su elaboración de este plato típico fue último en la clasificación final. Ciertamente, no se entiende.
El programa tiene como punto de partida el enfrentamiento entre cuatro restaurantes de una misma ciudad. Gana el que obtenga más puntos de los tres restauradores rivales y del propio Chicote, quienes valoran del 0 al 10 y por separado seis categorías de las que después sale la puntuación final: espacio, cocina, comida, servicio, precio y el plato típico de su región. En el caso de la capital de España este último fue, claro, el cocido madrileño.
Tenso inicio
La disputada búsqueda del mejor cocido madrileño según Chicote enfrentó al Restaurante Descaro, La Tasca Suprema, Restaurante Pancipelao y Restaurante Albor, que fue donde se abrieron las hostilidades.
A Miguel García, propietario y chef del Restaurante Descaro, se le vio muy subidito desde un primer momento. De entrada, llamó «antiguos» a los locales que cubren sus mesas con mantel. «Es un poco fantasmilla», concluyó de este hombre Ainhoa Gutiérrez, joven (31 años) directora de Restaurante Pancipelao. Muy puesta no se le vio a ella en asuntos de cocina, pues señaló algo de la sopa y pregunto qué era. «Nabo», respondió Chicote. Las impertinencias de Miguel continuaron durante la comida y Ainhoa le lanzó la primera advertencia: «Tendrá que pararse un poquito si quiere continuar y caer bien a todo el mundo porque sino vamos a acabar tirándonos los postres a la cabeza».
Restaurante Pancipelao, el de Ainhoa, fue la segunda parada. «Para un restaurante no tiene clase tener una tragaperras, igual que la máquina de tabaco, igual que tener la televisión…», criticó al entrar en el local Borja Segura, propietario y metre del Restaurante Albor. El cocido gustó a todos los comensales, pero el resto de los platos no dieron el nivel: «Me parecen muy por debajo», sentenció Miguel. «Voy a matar a alguien antes de que acabe el programa. Me parece mal. Me parece que hacen comentarios de cosas que no…», amenazó Ainhoa, cuyo padre, presente, tiene numerosos premios por la elaboración de cocidos en otros locales.
Dos últimas paradas
En La Tasca Suprema, tercera parada, todos comieron de maravilla, para alegría de Alejandro Martínez, gerente y jefe de sala del establecimiento.
Quedaba rendir visita al negocio del criticón y dicharachero Miguel. Descaro no gustó: «Es un restaurante de postureo», sentenció Alejandro. «Me parece un cocido para turistas», lamentó Borja.
Los restauradores se votaron entre ellos con este resultado: La Tasca Suprema (6,6), Descaro (6,2), Albor (6,1) y Pancipelao (5,7). A Ainhoa se le vio dolida por el último puesto, pero presumió de que su cocido había sido el mejor puntuado por sus rivales. Pero como lo que vale es la puntuación general Chicote –cuyas puntuaciones modificaron el segundo puesto, que pasó a Albor– acabó proclamando como el mejor cocido de Madrid el de La Tasca Suprema, que se llevó los 10.000 euros del premio. Un absurdo. De entrada, porque lógicamente en la capital hay cientos de locales que sirven este plato y no se prestan a estos teatrillos. Pero, aún entrando en el juego televisivo, carece de sentido, puesto que el cocido de La Tasca Suprema ni siquiera fue el mejor de los cuatro duelistas.