Cine
Francis Ford Coppola: auge y caída de un genio del cine
Por tercera vez y a sus 85 años, cumplidos el pasado 7 de abril, Francis Ford Coppola vuelve a arriesgar toda su fortuna en un proyecto cinematográfico que verá la luz el próximo 17 de mayo con una velada especial en el 77º Festival de Cannes. Megalopólis es un filme visionario y no solo por mostrar una New York destruida que un arquitecto piensa reconstruir dándole el nuevo nombre de New Rome City, sino porque afronta conflictos morales, económicos y políticos que han espantado a los distribuidores de todo el mundo y que no se fían ni siquiera de un reparto excepcional, encabezado por Adam Driver, Giancarlo Esposito, Shia LaBeouf y donde aparecen en distintos papeles, de mayor o menor importancia, nombres como los de Dustin Hoffman, Jon Voight, Laurence Fishburne y Kathryn Hunter, además de su hermana Talia Shire y su sobrino Jason Schwartzman.
No se sabe si Megalópolis durará los 300 minutos que algunos temen, o si se presentará en una copia de trabajo como la de Apocalypse Now, que en 1979 le valió su segunda Palma de Oro después de La conversación, y si Coppola estará dispuesto a hacer cortes para una mayor posibilidad de difusión comercial y luego exhibir la copia completa como director’s cut de una película en la que comenzó a trabajar en 1980, tras el agotador y accidentado rodaje de Apocalypse Now. Coppola ya había dejado atrás todos los problemas técnicos, físicos, psicológicos y económicos surgidos durante el rodaje de 15 semanas en Filipinas, y recuperado los 30 millones del coste final del filme.
Con un guion escrito por Coppola en sus mínimos detalles, el proyecto se fue diluyendo en el tiempo debido a problemas financieros, tanto los conectados al rodaje de Apocalypse Now, que le obligaron a hipotecar su casa y sus viñedos en el valle de Napa, como al de Corazonada (One From the Heart), que en 1981 fue un verdadero desastre y lo empujó a la bancarrota, tardando diez años en recuperar el dinero perdido.
Ahora, este cineasta visionario capaz de ascender a las más altas cumbres de Hollywood y también de descender al infierno más temido, el de los directores con un fracaso a sus espaldas, se juega el todo por el todo el 17 de mayo y estamos seguros de que todo el mundo cinéfilo rezará para que todo le vaya bien y le de una merecida triple Palma de Oro que hasta ahora ningún cineasta ha recibido.