Irlanda se postula al triunfo junto a Croacia tras la primera semifinal de Eurovisión 2024
La segunda semifinal, prevista para este próximo jueves, pondrá en juego otras ocho plazas para la final
En su encarnación demoníaca la otrora católica Irlanda se ha convertido en la gran revelación de la primera semifinal de Eurovisión 2024, disputada este martes en el Malmö Arena, y postulará su candidatura a la victoria junto al gran favorito de esta edición, Croacia.
Junto a ellos han conseguido el pase a la final del próximo sábado los representantes de Ucrania, Lituania, Finlandia, Serbia, Portugal, Eslovenia, Chipre y Luxemburgo, en su retorno después de 30 años de ausencia. Por contra, se han quedado fuera de la competición musical Polonia, Islandia, Moldavia, Australia y Azerbaiyán.
Ha sido una velada de reencuentros, con el retorno del doble campeón Johnny Logan para rendir homenaje a la también doble campeona Loreen y versionar su Euphoria, así como de tres figuras emblemáticas de la historia reciente que no alcanzaron el micrófono de cristal: Chanel, Eleni Foureira y Eric Saade.
La emisión ha arrancado con este explosivo trío y con otro protagonista inesperado, el pañuelo palestino que el artista sueco ha lucido en una de sus manos en plena ofensiva israelí en Gaza y tras las múltiples peticiones para expulsar a este país del festival, tal y como se hizo con Rusia en 2022 al atacar a Ucrania.
Las canciones protagonistas
En lo relativo al concurso de este martes, quince han sido los participantes que han luchado por su clasificación, con el pop radioformulable de Liar de Silia Kapsis por Chipre, el sentido Ramonda de la serbia Teya Dora y la electrónica sensual del lituano Silvester Belt como primeras cartas de esta semifinal.
Sonoros aplausos ha generado a continuación la invocación romántico-demoníaca de la irlandesa Bambie Thug con Doomsday Blue, un tema de «ouija pop» con un incendiario final rematado con el mensaje quizás premonitorio de 'Corona a la bruja'.
Otra invocación muy intensa, aunque desde una perspectiva catártica y etérea, ha sido la de las ucranianas Alyona Alyona & Jerry Heil. Con Teresa & Marie han ensalzado el poder femenino ante los infortunios de la vida, en la tercera participación de este país en Eurovisión pese a los estragos de la invasión rusa.
Muy poco después ha llegado el turno del gran favorito de las casas de apuestas, el croata Baby Lasagna con Rim Tim Tagi Dim, una tema que bebe del rock de Rammstein, del pop punk y de la electrónica industrial, todo con un imaginario visual completamente folclórico. En coordenadas muy diferentes se han hecho valer asimismo la elegancia en blanco de la portuguesa Iolanda (Grita), la intensidad tribal de la eslovena Raiven (Veronika) y el humor irreverente y absurdo de los finlandeses Windows95man (No Rules!).
Frente al peso de esas propuestas han quedado relegadas la islandesa Hera Björk (Scared of Heights), la polaca Luna (Tower), la moldava Natalia Barby (In The Middle), el azerí Fahree (Özünlə Apar) y los australianos Electric Fields, que han traído a este foro una lengua aborigen de las antípodas (One Milkali).
Por primera vez desde que se instauró el sistema de semifinales, tanto el anfitrión como los países del llamado «Big Five» han obtenido permiso para actuar en vivo en estas emisiones sin comprometer su presencia asegurada en la final.
ENCUESTA
En la de este martes ha podido así disfrutarse de las ganas de Reino Unido por volver a la cabecera de la tabla de la mano de una gran estrella del pop global como Olly Alexander y su elaborada puesta en escena para Dizzy, así como de los hermanos Marcus & Martinus por Suecia y del alemán Isaak con Always On The Run.
La segunda semifinal, prevista para este próximo jueves, pondrá en juego otras ocho plazas para la final pero con un contendiente más: Malta, Albania, Grecia, Suiza, Chequia, Austria, Dinamarca, Armenia, Letonia, San Marino, Georgia, Bélgica, Estonia, Noruega, Países Bajos e Israel.