Las vacaciones de verano con más verdad del cine reciente las planificó Guillaume Canet, primero sobre el papel y después en la dirección, en Pequeñas mentiras sin importancia, que se mueve con igual atino en las tranquilas aguas de la comedia y en las más revueltas del drama. En la casa de la playa se reúnen, en un momento singularmente complicado para el grupo, unos amigos de lujo para el cine francés, como Marion Cotillard, François Clouzet, Jean Dujardin y Gilles Lellouche, cuyo personaje necesita su tiempo antes de salir de la casa de la playa con sus amigos: «Desayuno, me afeito, me ducho y voy».