Cine
El truco que Spielberg ideó en su coche para rodar la mejor escena de Parque Jurásico
Al cineasta le vino la inspiración de camino al rodaje de la película
Steven Spielberg contó con Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum y Richard Attenborough como protagonistas de Parque Jurásico, inspirada en las novelas del autor estadounidense Michael Crichton, nos narra la historia de John Hammond, un multimillonario que cumple el sueño de clonar dinosaurios del Jurásico para montar un parque temático con ellos. Antes de abrir el parque al público, Hammond invita a un matemático y a una pareja de científicos para que comprueben la viabilidad del proyecto, y todo se va al traste cuando el sistema de seguridad resulta defectuoso y las criaturas se escapan.
El estilo de Spielberg se caracteriza por mantener el misterio, la tensión y el suspense hasta prácticamente el final de sus producciones. En Encuentros de la tercera fase, por ejemplo, los extraterrestres no aparecen hasta el final de la película, y en Tiburón, por ejemplo, el animal se deja ver en la segunda mitad de la película, ocultando sus dientes y su cuerpo hasta el momento.
En 1992, mientras el director de cine se hallaba rodando Parque Jurásico en un día como otro cualquiera, le ocurrió algo insólito en su coche de camino al rodaje. Este acontecimiento le inspiró para una de las escenas clave de la película, y una de las más emblemáticas de la historia del cine: la escena donde Tim Murphy y su hermana Lex son acechados en un coche por un tiranosaurio rex.
La destacada escena arranca con unas vibraciones que hacen temblar al vehículo. Fiel a sus maneras, Spielberg permite al espectador dar rienda suelta a su imaginación: vemos temblar el espejo retrovisor y el agua de unos vasos, se escuchan pisadas fuertes, gruñidos y rugidos, los niños se alteran, el pequeño se pone un artilugio que le permite visión nocturna para descubrir que una cabra que estaba atada en el exterior ha desaparecido. La escena se desarrolla avisando el peligro, pero sin mostrarlo. Acto seguido el reptil se rebela.
Esta icónica secuencia surgió cuando a Spielberg le dio un golpe de inspiración en el coche de camino al rodaje de la película. Estaba escuchando una canción cuando llamó al supervisor de efectos de la producción, Michael Lantieri: «Estoy en el coche. Earth, Wind and Fire está sonando, ¡y mi retrovisor interior está temblando! ¡Esto es lo que tenemos que hacer!».
Para esa escena, Steven Spielberg quiso hacer vibrar también el agua de los dos vasos. Para hacer vibrar al espejo, se colocó un pequeño motor detrás, pero se esmeraron más con el agua. Spielberg quería la vibración perfecta que complementase el tono de la escena, y no fue hasta que Lantieri se puso a experimentar con su guitarra cuando lograron la vibración esperada. Un guitarrista se colocó debajo del coche, y pasaron por el salpicadero unas cuerdas que unían los vasos con la guitarra. Así fue cómo lo hicieron.