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El conde de Montecristo se estrena este viernes 9 de agosto en los cines españolesBeta Fiction / EFE

Cine

Pierre Niney, el nuevo conde de Montecristo: «Al querer sustituir a Dios, Edmundo Dantés se vuelve el diablo»

El actor francés protagoniza la nueva versión cinematográfica del clásico de Dumas

Es una novela del siglo XIX, pero El conde de Montecristo contiene los suficientes elementos para poder ser una pieza moderna, que demuestra «que el miedo engendra miedo, el odio engendra odio y los extremos engendran extremos», una historia que puede ser «esclarecedora para los más jóvenes».

Así lo afirma a EFE Pierre Niney, que se mete en la piel de Edmundo Dantès en la película que se estrena este viernes y que ha sido dirigida por Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte, que también apoyan la idea de que es una historia de «una gran modernidad para la gente de hoy».

Porque la novela de Dumas «habla de que el dinero es el rey, de las apariencias, de las fake news, de la manipulación.... Pensamos que esta historia es extraordinaria incluso ahora, 150 años después de su publicación (en 1844)», señalan los realizadores, que llegaron a este proyecto tras encargarse del guion en las dos películas de Los tres mosqueteros: D'Artagnan y Milady, ambas de 2023.

«Es también una historia iniciática muy violenta sobre envejecer, crecer y encontrar la violencia del mundo y la violencia de las intenciones, incluso de nuestros propios amigos, a veces», apunta Niney, uno de los actores más conocidos del cine francés, protagonista de películas como Yves Saint Laurent (2014) y que fue el residente más joven de la prestigiosa Comédie-Française, con solo 21 años.

Niney habla relajado en el Palacio de Festivales de Cannes, apenas unas horas después del estreno de una película que llega este viernes a las salas españolas y que fue muy bien recibida en el certamen francés.

«Viendo la proyección me di cuenta de hasta qué punto es raro un papel tan rico y apasionante para un actor», asegura Niney, antes de decir que «quizás» ha sido el papel de su vida.

Un personaje que «al querer sustituir a Dios, quizás se vuelve un poco como el diablo», explica el actor sobre Dantès, el héroe y antihéroe de la historia de Dumas, un hombre traicionado por un amigo, Fernando, que está enamorado en secreto de la prometida del protagonista, Mercedes.

Acusado de ser un agente bonapartista -la historia se desarrolla a comienzos del siglo XIX-, Dantès es encerrado en el castillo de If, donde pasa siete años tramando su venganza.

No por conocida y por tener múltiples adaptaciones al cine y a la televisión, esta aventura ha perdido interés. Más bien al contrario, opinan los realizadores de una película en la que también participan Pierfrancesco Favino, Anaïs Demoustier, Laurent Lafitte o Anamaria Vartolomei.

«Pensamos que hay obras literarias, de autores como Shakespeare, Molière o Dumas que pueden tener muchas adaptaciones porque tienen grandes variaciones y puntos de vista», explica De La Patellière, que recuerda que su padre, el también director Denys de la Patellière, hizo su versión de Montecristo para televisión en 1979.

Ellos decidieron aceptar el reto de dirigir esta nueva adaptación porque tenían la impresión de que no se había abordado el viaje a la oscuridad de un personaje luminoso que se consume por la venganza. «Nos identificamos con él pero terminamos rechazándole porque en realidad es alguien que se convierte en una forma de genio malvado, casi un demonio», precisa.

Mientras que Delaporte apunta que también se preguntaron «por qué el cine europeo y en particular el cine francés habían abandonado el campo de los frescos, de las epopeyas, de las grandes películas», que siempre han atraído a los espectadores.

En el mismo sentido, Niney destaca «el lado atemporal de las historias que sobreviven al tiempo, como la del conde de Montecristo, que conmueven profundamente a las personas cuando las leen porque presiona palancas que son eternas, como la traición, la codicia, el ansia de poder y también el amor y la desilusión».

Para Niney es un gran orgullo haber participado en este proyecto que demuestra «el saber hacer» tanto del cine como de la literatura francesa. «No tenemos necesariamente que tomar prestado o copiar cosas de Hollywood», afirma rotundo el actor.