El engaño que acabó con Matthew Perry: los médicos compraban ketamina por 12 dólares y se la vendían por 2.000
Las cinco personas detenidas este jueves en Los Ángeles por la muerte de Matthew Perry son dos médicos (Salvador Plasencia y Mark Chavez), dos traficantes de drogas (una de ellas, Jasveen Sangha, conocida como La reina de la ketamina) y Kenneth Iwamasa, el asistente del actor que el pasado 28 de octubre encontró el cuerpo sin vida del protagonista de Friends en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles. Todos ellos formaban parte de la red criminal que se lucraba con la distribución de grandes cantidades de ketamina tanto a Matthew Perry como a otras personas.
El informe de la autopsia al actor reveló que su muerte se había producido como consecuencia de «una sobredosis accidental de ketamina». Después de varios meses de investigación, y tras la detención de los cinco imputados, se sabe que la ketamina que acabó con la vida del actor la consiguió la traficante Jasveen Sangha, conocida como La reina de la ketamina; que la jeringuilla la proporcionó el médico Salvador Plasencia, otro de los detenidos; y que el asistente personal de Matthew Perry, Kenneth Iwamasa, fue quien inyectó la droga que acabó con la vida del actor el pasado 28 de octubre.
El fiscal del Distrito Central de California, Martin Estrada, señala que los acusados se aprovecharon de la adicción de Matthew Perry a las drogas para enriquecerse a su costa. En apenas dos meses, los implicados vendieron al actor, de forma ilegal, 20 frascos de ketamina por un total de 55.000 dólares que Matthew Perry pagó en efectivo. Los médicos acusados compraban las ampollas de ketamina a 12 dólares para después vendérselas al actor por unos 2.000 dólares.
Solo un mes antes de la muerte de Matthew Perry, Salvador Plasencia, uno de los dos médicos acusados, escribió este mensaje de texto en relación a una de sus transacciones ilegales. «Me pregunto cuánto va a pagar este imbécil», aseguró refiriéndose de forma despectiva al actor.