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Alfonso Cuarón, en la presentación de 'Disclaimer'EFE

Cine

El esperado regreso de Alfonso Cuarón al festival de Venecia gracias a 'Disclaimer'

Esta historia de venganza y de verdades encontradas, en cambio, no aspira a ningún galardón en el Lido de Venecia

Conflictos de poder en ámbito sexual y una comedia de encuentros y desencuentros sentimentales exhibidos en el concurso del 81º Festival de Cine de Venecia no pudieron empañar el brillo del verdadero protagonista de esta tercera jornada, con la esperada vuelta a la realización del mexicano Alfonso Cuarón, a seis años de su multipremiado Roma, que entre Oscar y León de Oro al mejor filme, cosechó más de 250 premios en todo el mundo.

Y sin embargo, Disclaimer, que cuenta una historia de venganza y de verdades encontradas, no aspira a ningún galardón en el Lido dado que es una miniserie en siete episodios por un total de 330 minutos que difundirá la Apple en los meses venideros, una de las cinco con las que el festival de cine más antiguo del mundo se abre a los diferentes formatos que en muchos casos han suplantado la fruición del público en salas cinematográficas.

Y no es que el concurso no ofreciera iguales atractivos, sobre todo Trois amies de Emanuel Mouret, nueva inmersión en ese género tan típicamente francés como lo es la comedia de amores y desamores y relaciones entrecruzadas que hicieron grande tanto el Marivaux del siglo de oro como el Alfred de Musset del romanticismo.

No se puede decir lo mismo de Babygirl, tercer largometraje de la holandesa Halina Reijn, con una Nicole Kidman en plan de ejecutiva que se enamora de un joven empleado, poniendo en peligro familia y carrera, para lograr al fin el orgasmo que su marido (Antonio Banderas) le negara en veinte años de matrimonio.

Inspirada en un best seller de la prolífica escritora inglesa Renée Knight, adaptada a la pantalla por el mismo Cuarón, la serie cuenta una compleja historia protagonizada por un oscuro y mediocre profesor jubilado que quiere vengarse de una premiada periodista, culpable a su parecer de no haber hecho nada para salvar la vida de su hijo adolescente para ocultar un ardiente desliz sexual de la mujer.

Cuarón teje hábilmente esta trama que se desarrolla paralelamente en tres ámbitos y tiempos distintos donde el espectador queda atrapado por una maraña de verdades discordantes que un desenlace ambiguo e inesperado no termina de disipar.

Cate Blanchett, también productora del film junto a Cuarón y una docena de nombres más, aporta su gélido estilo interpretativo pero sabe muy bien como hacer visible el resquebrajamiento de una personalidad arrinconada por pruebas circunstanciales y no del todo claras mientras un Kevin Kline, envejecido por el maquillaje, hace toda una creación de su mediocre profesor que se alimenta de su propia venganza.

Fotograma 'Trois amies'

Pero si algo quedará por siempre en la mente del espectador es la larga escena de la seducción de un adolescente de parte de una joven madre, prodigio de erotismo verbal que quedará en los anales de la historia gracias sus protagonistas, la australiana Leila George de 32 años (hija de actores, Greta Scacchi y Vincent D’Onofrio, y ex esposa de Sean Penn) y el inglés de 21, Louis Partridge.

Emmanuel Mouret ha escrito y dirigido doce largometrajes en 27 años de carrera y 54 años de vida, especializándose en filmes protagonizados por personajes femeninos a los que sabe dar un toque de comprensión y sensibilidad.

Trois amies es la culminación de esta tendencia narrando de tres amigas que andan por la treintena atravesando diversas crisis sentimentales.

Siguiendo las normas del típico «marivaudage» con amores y desamores y relaciones entrecruzadas en el que todo se terminará con un reordenamiento de las parejas pero agregándole un tono trágico a la de Musset, Mouret pergeña un ejercicio de estilo que deja al espectador un sabor entre dulce y amargo, agregando la originalidad de que el narrador y motor de la historia es un personaje masculino muerto de mal de amores, ya antes de iniciado el filme.

Camille Cottin, Sara Forestier e India Hair son excelentes mientras los diversos personajes masculinos giran como satélites alrededor de estos tres planetas femeninos.

Poco que decir de este descabellado Babygirl (un crítico español rugió «esto es un bochorno» al terminar la proyección para la prensa) en la que se han visto envueltos Kidman y Banderas y con el que Halina Reijn ha tratado de pintar al sexo unido a las dinámicas de poder.

El único que saca buen partido de este filme es el joven pero ya experimentado actor inglés de 28 años Harris Dickinson, que luce su físico en este filme que humilla a las mujeres en su lado más sensible: la del aceptar o no la humillante relación de un macho dominante.