Cine
El único veto que puso Daniel Craig para interpretar a James Bond
De haber aceptado, hubiésemos visto a un agente secreto bastante distinto al que conocemos
Sería absurdo pensar, por un lado, que cualquier actor es capaz asumir el papel de James Bond y, por otro, que se puede rodar una entrega de la exitosa franquicia de espías sin preocuparse por el qué dirán. Siendo tan conocido y teniendo como precedentes a Sean Connery, Pierce Brosnan o Roger Moore, es un personaje que conlleva un alto riesgo, y Daniel Craig es uno de los pocos actores que sabe lo que es sufrir en nombre de su arte.
Meses de arduo ejercicio físico para ponerse en forma, una gran cantidad de ensayos de acrobacias y un entrenamiento exhaustivo con armas de fuego han copado durante años el día a día del actor para convertirse en un 007 honorable y a la altura de las expectativas.
Dicho esto, es evidente que ninguna preparación puede dejar a un actor inmune a sufrir daños, sobre todo después de dejar claro su deseo de imitar a Tom Cruise o Sylvester Stallone y rodar sus propias escenas de acción. El Bond que más veces ha estado en pantalla ha superado varias lesiones agonizantes, desde un desgarro del labrum —el tejido que sujeta el hombro— hasta romperse dos dientes, el ligamento cruzado anterior de la rodilla y el tobillo. Tal fue su hartazgo que, en más de una ocasión, sugirió que el único final que quería para el personaje era su propia muerte, porque así él también dejaría de sufrir.
Craig no solo se cansó de las aparatosas lesiones, sino de estar encasillado en su papel y de las críticas que recibía a diario desde que se confirmó su participación en la saga. Como la cultura pop puede ser un lugar extraño e implacable, una de las mayores quejas a la elección inicial del actor fue que su pelo no era del color adecuado. Por alguna razón, a los puristas se les había metido en la cabeza que nadie que no tuviera el pelo oscuro podía interpretar a Bond.
Los haters se lanzaron a internet para crear peticiones online que lograsen el cese de su contrato y crearon club de anti-fans que denunciaban la locura que estaba a punto de desatarse por haberle elegido a él. Sin embargo, con el tiempo, todos ellos tuvieron que tragarse su humilde opinión cuando, en los primeros minutos de Casino Royale, Craig despejó cualquier duda de que no era el candidato ideal. No sin antes, juzgar en la prensa lo que opinaba sobre sus detractores y su deseado cabello rubio.
«Me pidieron que me tiñera el pelo de castaño para interpretar este papel, pero no era una opción que barajase», afirmó rotundamente. Fue, en realidad, la única condición que puso para convertirse en el mítico agente del MI6. Como alternativa, el actor, en cambio, decidió optar por un look bastante atrevido que, con el tiempo, se convirtió en su seña de identidad. «Sugerí que podía cortarme el pelo muy corto para crear una apariencia más fría y brutal».
Ante esta polémica, que ya parecía olvidada y ha resurgido por la presentación de su última película en el Festival de Venecia, surge una nueva duda. ¿De qué color será el pelo del próximo James Bond? Una vez más, al igual que en la era de Craig, la elección capilar del agente más famoso de la historia del cine no importa en lo más mínimo. Los fans siguen apostando porque se contrate a la mejor persona para el papel, aunque siempre hay preferencias y hay quien incluso defiende que debería ser calvo.