El actor que fue 007 en una de las mejores películas de James Bond: «Es el momento de anunciar mi retiro»

El actor George Lazenby, que dejó una marca fugaz pero inolvidable en la saga de James Bond, ha anunciado su retirada de la actuación a los 84 años. Su decisión, comunicada a través de un mensaje en la red social X, antes Twitter, cierra un capítulo lleno de giros inesperados en la vida del hombre que, durante un breve pero intenso periodo, se convirtió en el icónico espía británico.

«No ha sido una decisión fácil, pero es momento de anunciar mi retiro. Por tanto, ya no haré más actuaciones o apariciones públicas, ni entrevistas, ni firmaré autógrafos. Ha sido un viaje divertido, pero hacerse viejo no lo es», escribió Lazenby en su mensaje. El actor añadió que ahora podrá concentrarse en pasar más tiempo con su familia.

Lazenby, nacido en Australia, alcanzó la fama mundial al interpretar a James Bond en 007 al servicio secreto de su majestad (1969). Aunque su tiempo en el papel fue breve, la forma en que llegó a ser Bond y luego se retiró de la saga es una historia digna de película.

A pesar de no tener experiencia previa en la actuación (su primer trabajo fue mecánico de coches), Lazenby se lanzó de lleno a la competencia para convertirse en el famoso espía. En el documental Becoming Bond (2017), él mismo cuenta cómo, a pesar de su falta de formación, se obsesionó con el personaje de Bond hasta el punto de adoptar medidas extremas para hacerse con el papel. Durante el casting, Lazenby se mostró increíblemente dedicado: no solo se compró un traje caro y utilizó un Rolex idéntico al del personaje, sino que incluso pasó por el mismo peluquero de Sean Connery, el Bond anterior, para lograr el look perfecto. Su obsesión con el papel era tal que, durante el proceso de selección, se presentó en el casting con una serie de anécdotas sobre su supuesto trabajo en películas internacionales, a pesar de que en realidad solo había hecho un anuncio de chocolate. Esta estrategia, junto con su impresionante porte físico, convenció a los productores Albert Broccoli y Harry Saltzman de que él era el hombre adecuado para el papel, superando a otros 800 aspirantes.

A pesar de haber conseguido el papel de Bond, su aventura como el espía británico no duró mucho porque decidió no continuar con el papel después de solo una película. Su decisión fue impulsada por una combinación de desilusión y el consejo de su representante, Ronan O’Rahilly. Él convenció a Lazenby de que la saga Bond estaba en declive y que continuar en el papel lo limitaría a un estereotipo. Como resultado, Lazenby rechazó un contrato lucrativo para protagonizar siete películas más de Bond, un movimiento que se convertiría en la peor decisión de su carrera.

Tras abandonar el papel, el actor australiano intentó reinventar su carrera con papeles en películas como Universal Soldier (1971), que él mismo ayudó a guionizar y describió como «anti-armas y anti-Bond». Sin embargo, su carrera no despegó como esperaba. A lo largo de los años, realizó papeles secundarios en televisión y en el cine, y a finales de los 70 se mudó a Hollywood en un intento por revitalizar su carrera, con títulos como El rescate de una reina (1976), donde George interpretó a un detective privado que investiga la desaparición de una mujer. También se encuentra Los niños del karate (1987), una comedia que mezcla artes marciales en la que Lazenby tuvo un papel menor.