La película no tiene nada de original, pero quizás precisamente por eso funciona tan bien. Es una comedia de acción más donde el único objetivo que tiene —entretener sin que le exijan demasiado— lo cumple a la perfección. En parte gracias al trabajo de la pareja protagonista, Mark Wahlberg y Halle Berry, dos antiguos novios de instituto que se reencuentran cuando ella, miembro de una agencia de Inteligencia, decide utilizarle como cebo para una de sus misiones.