Crítica de cine
'Justicia artificial': un vibrante thriller lleno de preguntas sobre la IA
Verónica Echegui vuelve a brillar en esta película del director gallego Simón Casal sobre la aplicación de la inteligencia artificial a los procesos judiciales
El director gallego Simón Casal nos lleva a La Coruña para ofrecernos una historia que podría parecer futurista (ciencia ficción) o distópica. Pero la realidad es que lo que cuenta podría perfectamente darse hoy, y si no ha sucedido aún es porque nadie ha tenido interés en que suceda. ¿De qué hablamos? De la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) a los procesos judiciales. Imaginemos un software capaz de recopilar todos los datos posibles de un encausado: psicológicos, sociales, económicos, biográficos… que se añaden a la documentación del delito y a toda la base de datos legal disponible. Esa aplicación de IA ¿podría dictar una sentencia más justa y precisa que la de un juez humano, valorando incluso la probabilidad de que el acusado reincida en el futuro? Esta interesante y compleja pregunta es la que sostiene Justicia Artificial, escrita por el propio director junto a Víctor Sierra, creador de diversas series televisivas.
Vayamos a la trama argumental. La presidenta del Gobierno español ha convocado un referéndum para saber si los españoles aceptarían la incorporación de la IA a los procesos judiciales, en la línea de lo descrito más arriba. Obviamente, el Gobierno desea que gane el «Sí» y la Unión Europea contiene la respiración, dado que lo que suceda en España puede marcar las decisiones del resto de países de la Unión. Pero a quien más le interesa el triunfo del «Sí» es, naturalmente, a la Multinacional Thente que fabrica el citado software. A favor del «No» está la Asociación de Jueces, que ven en serio peligro su futuro. Unos y otros quieren recabar el apoyo de la jueza Carmen Costa (Verónica Echegui), que por su prestigio profesional y autoridad moral puede influir en la decisión de muchos votantes. Pero todo se enturbia cuando la ingeniera informática que creó y desarrolló el software, Alicia Kovack (Alba Galocha), aparece muerta en extrañas circunstancias.
La película abre muchas preguntas éticas y filosóficas muy interesantes para el momento actual, en el que vivimos una fascinación por las posibilidades de la Inteligencia Artificial. Simón Casal no trata de responderlas, ya que él ha rodado un thriller policiaco, y no un documental de tesis. Pero las plantea con inteligencia y pone al espectador en una interesante tesitura de reflexión. No obstante, el desarrollo y desenlace del argumento sí que toma postura, previsible, por otro lado. En cualquier caso, el director coruñés envuelve dichas preguntas en una puesta en escena eficaz, sostenida por unas convincentes interpretaciones actorales y una esmerada fotografía de Diego Cabezas y una buena partitura de la compostelana Sofia Infante. Verónica Echegui vuelve a demostrar que es una gran actriz, y le dan la réplica satisfactoriamente Alberto Ammann y Tamar Novas. Es estupendo que en España se hagan películas de este porte, y no dejárselas siempre a los norteamericanos.